Issey Miyake revela una nueva marca en París, Rick Owens firma un manifiesto gótico
La casa de moda japonesa Issey Miyake presentó este jueves su nueva marca IM Men en París, mientras que el estadounidense Rick Owens firmó todo un manifiesto de estilo con su desfile, gótico y grunge.
La línea creada en 2021 y dirigida por tres miembros del Miyake Design Studio a la cabeza de la firma - Sen Kawahara, Yuki Itakura y Nobutaka Kobayashi - sucede a la marca Homme plissé, hasta entonces favorecida por la casa japonesa para desfilar en la capital de la moda.
Este primer show parisino se llevó a cabo en el Refectorio de los Cordeliers, un antiguo convento completamente redecorado en blanco para la ocasión.
En una atmósfera casi monocromática, los primeros modelos, vestidos de blanco en trajes holgados, que parecían haber sido cortados de una sola pieza, retomaron el concepto "a piece of cloth" (un solo pedazo de tela) de Issey Miyake.
Todo al ritmo del movimiento de unos paneles negros, ilustrando la voluntad de la firma de integrar el diseño y la tecnología en sus creaciones.
Progresivamente, el blanco dio paso a colores otoñales clásicos, marrón, beige y caqui, hasta deslizarse hacia una paleta más intensa, con verde abeto, rojo tirando a óxido, azul denim, para terminar con colores brillantes como violeta, naranja y amarillo.
Owens en cambio utilizó casi exclusvamente el blanco y el negro en su desfile bautizado Concordians en el Palacio de Tokio, en homenaje a la ciudad italiana de Concordia, donde desde hace 22 años fabrica su ropa.
Al ritmo de la canción "Heroes" de David Bowie, Owens recordó ante sus fans y críticos porque se ha labrado un nombre como el principal creador de ropa gótica y grunge del mundo de la moda.
Hombres muy delgados, con abrigos negros de lana cruda, o de cuero, amplios encima de blusas agujereadas, o cortados radicalmente a la altura del onbligo, o del pecho.
Los modelos llevaban lentillas negras, que reforzaban el aspecto inquietante de la ropa y de su deambular por la pasarela.
Los shorts de algodón o de piel se combinan con botas de plataformas estratosféricas. Hombreras cuadradas, que confieren un aspecto rígido, militar, al vestido.
El blanco marfil aparece en largas casullas de lana cruda, con capucha, como si fueran monjes. Las botas mutan y se convierten en patas con largas correas de cuero también blanco.
Esos correajes de cuero blanco, o negro, pueden también vestir al hombre como si fuera un top, muy ceñido y escueto.
Instalado en París desde hace más de dos décadas, Owens será objeto de una exposición retrospectiva en el Museo de la Moda a finales de junio.
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