Disturbios en protestas por la muerte de dos niños en ciudad mexicana asediada por el narco
Un grupo de manifestantes irrumpió este jueves en la sede del gobierno del estado mexicano de Sinaloa (noroeste) durante una marcha de miles de personas contra el asesinato de dos niños en la capital Culiacán, una inusual muestra de indignación por la violencia narco que desangra la zona.
Los manifestantes rompieron una puerta de cristal y causaron destrozos en oficinas del palacio donde despacha el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, observó un corresponsal de la AFP.
"¡Cobarde!", gritaron los ocupantes contra Rocha, aunque no está claro si el funcionario se hallaba en el lugar, donde culminó la multitudinaria marcha.
Protestaban por el caso de Alexander, de 9 años, y Gael, de 12, quienes murieron el domingo pasado junto a su padre, Antonio Sarmiento, al quedar atrapados en uno de los tiroteos que se producen cotidianamente en Culiacán.
La matanza generó indignación en esta ciudad donde se contabilizan unos 750 asesinatos y casi 900 desaparecidos desde septiembre pasado por una guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, una de las principales organizaciones del narcotráfico en México.
Vestidos de blanco y al grito de "con los niños no", los manifestantes partieron de la escuela a la que acudían los menores rumbo al palacio de gobierno.
"Ya no queremos más luto en Sinaloa. Estamos cansados, ya no queremos vivir con miedo, queremos paz", dijo durante la protesta Víctor Manuel Aispuro, director de la escuela donde estudiaban los niños.
"Quiero vivir, no sobrevivir", escribieron por su parte varios menores en pancartas frente a la sede gubernamental.
Tras la protesta, el vocero de la gobernación, Feliciano Castro, dijo que el Ejecutivo federal designó un cuerpo especial para investigar el triple homicidio.
- Ola de violencia en Sinaloa -
El conflicto en Culiacán se desató tras la captura el 25 de julio de 2024 del cofundador del cártel de Sinaloa Ismael "El Mayo" Zambada, presuntamente tras ser secuestrado en esa ciudad y llevado a Estados Unidos en un avión privado por un hijo de su antiguo socio, Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien purga prisión perpetua en ese país.
Los hijos del Chapo Guzmán están enfrentados con los aliados de Zambada, lo que ha dejado una estela de violencia en Sinaloa, principalmente en Culiacán, en donde varios negocios han cerrado sus puertas.
En medio de esa escalada, este jueves temprano una explosión en el estacionamiento de un supermercado de la capital estatal dañó un memorial colocado en recuerdo de Édgar Guzmán López, uno de los hijos del Chapo asesinado el 8 de mayo de 2008.
El estallido quebró la base de piedra del monumento colocado en el mismo sitio donde ocurrió el crimen.
Policías retiraron el artefacto que habría causado la explosión. Junto al memorial quedó un automóvil baleado.
El 9 de enero pasado, el secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch, presumió una "contención" en el número de homicidios en Sinaloa, aunque reconoció que aún quedaba "trabajo por hacer".
Harfuch dijo en ese entonces que hubo una reducción de 35% en los homicidios en el estado entre octubre y diciembre de 2024.
El funcionario detalló que en Sinaloa habían sido detenidos "43 objetivos prioritarios y 558 personas que formaban parte de células delictivas".
Desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un polémico operativo militar antidrogas, México acumula más de 450.000 muertes violentas y decenas de miles de desapariciones, según cifras oficiales.
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