"Una autopista para ciclistas" en la Costa Blanca, hormiguero del ciclismo profesional
El esloveno Tadej Pogacar se entrena de cara a la temporada entre potenciales rivales y aficionados en la Costa Blanca, un "lugar único" que ofrece una concentración de ciclistas profesionales por kilómetro cuadrado sin igual en el mundo.
En diciembre y enero, la región del sureste de España, concretamente las provincias de Valencia y Alicante, se ve invadida por cientos de corredores, atraídos por el clima templado, las carreteras tranquilas y los abundantes hoteles que les extienden la alfombra roja en localidades costeras como Calpe, Benidorm, Gandía o Denia.
Dieciséis de los dieciocho equipos masculinos del World Tour han establecido en esta zona sus cuarteles de invierno para preparar la temporada, mientras que otros corredores también se entrenan por decisión propia para beneficiarse de las ventajas que ofrece el lugar.
Estrellas como el belga Remco Evenepoel incluso han comprado un apartamento en la región.
"En un radio de 50 kilómetros, el 80% del pelotón se encuentra allí al mismo tiempo en diciembre y enero, a veces incluso en febrero. Es algo bastante particular", señala a la AFP Philippe Mauduit, director de carrera del equipo Groupama-FDJ.
Cuando se suman los equipos femeninos, los equipos de divisiones inferiores e, incluso, los equipos de jóvenes, rápidamente se convierte en un atasco.
"Ayer todavía estábamos haciendo pruebas en el Coll de Rates. Era una autopista para ciclistas, había corredores por todas partes", cuenta el español Alex Aranburu, nuevo fichaje del Cofidis.
"A veces resulta difícil realizar los entrenamientos porque hay mucha gente", añade el escalador francés Valentin Paret-Peintre.
"Hay otros lugares en España que son geniales para montar en bici, pero aquí viene todo el mundo. Está de moda", remarca el ciclista del Soudal Quick-Step.
- Rodar al lado de profesionales -
En hora punta en el paso del Rates, donde Pogacar acaba de batir del récord de ascensión, se observa un ir y venir digno del mes de agosto. Sus pendientes regulares son ideales para los profesionales, que combinan subidas y bajadas, para realizar sus ejercicios.
Durante el trayecto, a menudo se encuentran con aficionados que también quieren incorporarse al grupo de profesionales para dar rienda suelta a su pasión.
"Se unen a los pelotones, los siguen lo mejor que pueden y se dan la vuelta cuando se cruzan con otro equipo. Para nosotros no es una molestia, al contrario, crea un ambiente agradable", asegura Mauduit.
Este argumento lo esgrimen los que organizan las excursiones ciclistas. "Mucha gente me escribe: ¿Es posible ver a profesionales?", dice Iliana Roumenova Ilkova, una ex bailarina profesional búlgara que creó Paradisebike13 para guiar a los ciclistas por Calpe.
"Como conozco un poco a algunos corredores, me dicen dónde van y así me aseguro de que estemos allí también. El otro día nos encontramos con Pogacar y Alaphilippe, que me saludaron", prosigue.
Según ella, las razones del éxito son obvias: "El clima, los hermosos paisajes y carreteras seguras con automovilistas respetuosos que saben que el cicloturismo es importante para la economía local".
La otra cara de la moneda: en el pueblo de Parcent, al pie del puerto de Rates, "los precios inmobiliarios se han duplicado".
- "Habitaciones con vistas al mar" -
En cambio, los hoteleros se frotan las manos. Gracias a los ciclistas, que se suman a los tradicionales jubilados británicos y neerlandeses, los alojamientos pueden estar abiertos todo el año, con precios imbatibles, en torno a los 50 euros la pensión completa.
"Tenemos una gran acogida, con bonitas habitaciones con vistas al mar, una restauración de muy alto nivel, salas de reuniones, a precios muy atractivos. Y para ellos, esto les permite mantener el empleo", subraya Mauduit, que destaca otra ventaja: "El servicio del aeropuerto".
"Estamos a medio camino entre Valencia y Alicante, por lo que te ofrece una amplía oferta de vuelos de bajo coste. En diciembre vamos allí con 120 personas. Que pagues 60 euros por tu billete de avión en lugar de 600, no tiene el mismo impacto sobre el presupuesto", recalca.
En Calpe, los equipos se llegan a alojar en los mismos hoteles, algo que disgusta a algunos corredores, que a veces se ven obligados a mirarse de reojo.
Valentin Paret-Peintre prefiere recordar que puede salir a dar un paseo y "tomar un café" con amigos. "En la competición hago todo lo posible para ganarles", insiste.
"Pero en los entrenamientos o en el hotel, ante todo son compañeros", zanja.
jk/gk/rsc/mcd
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