¿Cómo cayó el médico que asesinó a 235 pacientes con morfina? el mayor criminal en serie de la historia británica
Los testimonios mostraron un patrón claro: Shipman visitaba a las víctimas a solas el mismo día en que morían. Esto permitió confirmar que estaba detrás de los crímenes y que era un asesino en serie.
Durante más de 2 décadas, el doctor Harold Shipman, un médico de familia querido en Hyde, Reino Unido, se dedicó a asesinar a sus pacientes con sobredosis de morfina. Su historia, marcada por la codicia y la manipulación, terminó en un escándalo que conmocionó a la sociedad británica. En 1993, Shipman estableció una clínica en Market Street, donde rápidamente se ganó la reputación de ser "el médico de las familias". Este reconocimiento impulsó un incremento significativo en el número de pacientes que confiaban en sus servicios.
Descubierto en 1998 tras la muerte de su última víctima, Shipman fue condenado a múltiples cadenas perpetuas. Su caso no solo reveló la magnitud de sus crímenes, sino también la falta de atención que recibió por parte de las autoridades durante años. La historia de Shipman es un recordatorio escalofriante de cómo la confianza puede ser traicionada por aquellos que deberían cuidar de nosotros. Este 13 de enero se cumplen 21 años desde que Shipman se quitó la vida.
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¿Cómo fue la carrera de Harold Shipman?
Harold Shipman nació el 14 de enero de 1946 y se graduó como médico en 1970. Su carrera comenzó en Todmorden, donde rápidamente se ganó la confianza de la comunidad. Sin embargo, su traslado a esta localidad fue forzado debido a un incidente previo en el que falsificó prescripciones de narcóticos. A pesar de este oscuro comienzo, Shipman se convirtió en un médico querido, conocido por su dedicación y amabilidad hacia sus pacientes.
Harold Shipman presenció las muertes de sus pacientes 25 veces más que otros médicos. Foto: MUBI.
Desde 1975, Shipman comenzó a asesinar a sus pacientes, principalmente ancianos, inyectándoles morfina. A lo largo de su carrera, se sospechó que pudo haber asesinado a más de 400 personas, aunque solo se confirmaron 235 muertes. La mayoría de sus víctimas confiaban en él, lo que le permitió operar sin levantar sospechas durante años.
Así descubrieron los crímenes del médico: la víctima 235
La historia de Shipman comenzó a desmoronarse tras la muerte de Kathleen Grundy, una exalcaldesa de 81 años. Su hija, Angela Woodruff, se alarmó al descubrir que su madre había dejado su herencia a Shipman en lugar de a ella. Esto llevó a la policía a investigar más a fondo, lo que resultó en la exhumación del cuerpo de Grundy, donde se encontraron niveles letales de morfina.
La investigación reveló un patrón alarmante: Shipman había estado presente en el momento de la muerte de sus pacientes en una proporción significativamente mayor que otros médicos. Además, el 80% de sus pacientes fallecieron poco después de sus visitas. Estos hallazgos llevaron a la policía a revisar los certificados de defunción firmados por Shipman, lo que resultó en la identificación de numerosas muertes sospechosas.
El médico fue detenido en 1998 por la muerte de una mujer de 81 años. Si bien no opuso resistencia, nunca reconoció sus crímenes. Foto: ABC.
El juicio y la condena del médico asesino
El juicio de Harold Shipman comenzó en 1999, donde se le acusó de asesinar a 15 pacientes, incluida Kathleen Grundy. A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, Shipman mantuvo su inocencia. Sin embargo, el jurado lo encontró culpable y fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
En un segundo juicio en 2002, Harold Shipman enfrentó acusaciones por otras 217 muertes, lo que llevó a la imposición de 15 cadenas perpetuas adicionales, consolidando su reputación como uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia moderna. La dimensión de sus crímenes no solo conmocionó a la sociedad británica, sino que también desencadenó un intenso debate sobre la regulación y supervisión en el sistema médico.
La jueza Janet Smith, quien lideró las investigaciones, describió el caso como un "completo y meticuloso recuento de la criminalidad de Shipman", subrayando la frialdad y la meticulosidad con la que operaba. Este caso no solo marcó un antes y un después en la percepción de los médicos de confianza en el Reino Unido, sino que también impulsó reformas legales y un mayor control sobre las prácticas médicas para prevenir tragedias similares.
El trágico final de un asesino en serie
Harold Shipman se ahorcó en su celda el 13 de enero de 2004, un día antes de cumplir 58 años. Su muerte dejó muchas preguntas sin respuesta y un legado de horror que perdura en la memoria colectiva. La familia de Shipman se vio obligada a mudarse para escapar del estigma asociado con su nombre, dejando atrás una vida marcada por la traición y el escándalo.
Shipman se ahorcó en su celda el 13 de enero 2004, un día antes de su cumpleaños 58. Foto: The Mirror.
El caso de Harold Shipman no solo expone la fragilidad de la confianza en el sistema médico, sino que también plantea interrogantes sobre cómo se pueden prevenir tales atrocidades en el futuro. La historia de este médico asesino sigue siendo un recordatorio escalofriante de que incluso aquellos que parecen ser los más confiables pueden ocultar oscuros secretos.
Su caso destaca la importancia de mantener un equilibrio entre confianza y vigilancia en las instituciones médicas, asegurando que no se pierda de vista el bienestar y la seguridad de los pacientes.