Maduro asume tercer mandato en Venezuela, calificado de "golpe de Estado" por la oposición
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, asumió este viernes su tercer mandato consecutivo, un "golpe de Estado" según la oposición que descartó finalmente un viaje al país del exiliado Edmundo González Urrutia para tomar posesión en lugar del gobernante izquierdista.
Maduro, en el poder desde 2013, tomó juramento en una ceremonia con toda la pompa en la sede del Parlamento, bajo su control, al igual que todas las instituciones del país, incluyendo la Fuerza Armada, que por enésima vez le juró "lealtad y subordinación absoluta".
Unas horas más tarde, la jefa de la oposición, María Corina Machado, indicó que González Urrutia, quien reivindica la victoria en las elecciones del 28 de julio, no viajaría a Caracas, como había prometido. "Le he pedido que no lo haga porque su integridad es fundamental para la derrota final del régimen", dijo en un video en redes sociales, al sostener que no estaban dadas las "condiciones".
- "¡Juro!" -
"Juro" que "este nuevo período presidencial será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia", prometió un enérgico Maduro, vestido de traje oscuro, ante el jefe legislativo, el poderoso dirigente chavista Jorge Rodríguez.
"¡Lo juro por la historia, lo juro por mi vida, y así cumpliré!", agregó el mandatario izquierdista, antes de recibir la banda y el collar presidencial.
A bordo de un todoterreno militar, con escoltas corriendo a los lados, Maduro se trasladó hacia la Academia Militar de Venezuela, donde encabezó un acto de "reconocimiento y reafirmación de lealtad" ante más de 3.200 uniformados, que el jefe de la agrupación de parada definió como "combatientes revolucionarios, socialistas, antiimperialistas y hoy más que nunca profundamente chavistas".
Maduro pidió múltiples juramentos de lealtad, hechos por militares, policías y seguidores del chavismo, en un acto en el que estuvo su par de Nicaragua, Daniel Ortega.
La autoridad electoral proclamó a Maduro ganador de los comicios con 52% de los votos en los comicios presidenciales, pero a la fecha sigue sin publicar el escrutinio detallado, como manda la ley. La oposición asegura por su parte que González Urrutia ganó con el 70%.
- "Golpe de Estado" -
La principal coalición de partidos políticos opositores, la Plataforma Unitaria, denunció que Maduro consumó "un golpe de Estado" al juramentarse, apoyado "por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio", según un comunicado que sostiene "González Urrutia es quien debe ser juramentado".
Maduro "no se puso (la banda presidencial) en el pecho, se la puso en el tobillo como un grillete que cada día le apretará más", expresó por su parte Machado.
González Urrutia está en República Dominicana, desde donde sopesaba un plan de tomar un vuelo privado a Venezuela para presionar su investidura. La idea fue siempre vista como improbable por analistas.
"Vendrá a Venezuela a juramentar como presidente constitucional de Venezuela en el momento correcto", comentó Machado, que denunció su arresto tras una protesta la víspera y posterior liberación, lo que las autoridades han negado.
El gobierno ordenó el cierre de la frontera con Colombia hasta el lunes.
- USD 25 millones por Maduro -
Estados Unidos tildó de "farsa" la investidura y subió a 25 millones de dólares la recompensa que ofrece por la captura de Maduro y su ministro del Interior, Diosdado Cabello; además de imponer sanciones contra el jefe de la estatal petrolera PDVSA y otros siete altos funcionarios venezolanos.
Amplió a la vez a 18 meses el amparo que otorga permiso de residencia y trabajo a los migrantes venezolanos.
El próximo presidente estadounidense, Donald Trump, que se refirió a González Urrutia el jueves como "presidente electo", podría imponer más sanciones, como hizo en su primer gobierno.
La Unión Europea señaló que Maduro "carece de legitimidad". El Reino Unido lo tachó de "fraudulento" y anunció sanciones contra 15 altos cargos.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, transmitió sus "felicitaciones" a su aliado venezolano a través de su representante en el acto, el jefe de la Duma, Viacheslav Volodin.
"Esta toma de posesión (...) no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana", lanzó un desafiante Maduro, que promete un sexenio de "paz" y recuperación económica, tras pasar buena parte de sus 12 años en el poder en recesión, alta inflación y escasez.
Propone una "gran reforma" a la Constitución, que sigue el camino de la aprobación de nuevas leyes que, según expertos, merman las libertades.
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