Los adolescentes tímidos son más propensos al consumo excesivo de alcohol, según estudio realizado en EE. UU.
Un estudio en Estados Unidos vincula la inseguridad social con el consumo excesivo de alcohol, tendencia que disminuye con la edad y la confianza.
La relación entre la inseguridad social y el consumo de alcohol en adolescentes ha sido revelada en un estudio reciente llevado a cabo en Estados Unidos. La investigación, publicada en la revista Alcohol: Clinical and Experimental Research, señala que los jóvenes tímidos son más propensos a consumir alcohol en exceso, especialmente al final de la adolescencia y principios de la adultez. Este comportamiento parece estar ligado a las normas sociales de estas etapas, pero disminuye con el tiempo conforme adquieren mayor confianza y las expectativas sociales cambian.
El estudio también destacó que, aunque el consumo excesivo de alcohol es común en esta población, la tendencia tiende a descender de forma significativa con los años. Los investigadores encontraron que las personas tímidas experimentan una reducción más rápida en sus episodios de consumo excesivo en comparación con otros jóvenes. Esto ofrece una nueva perspectiva sobre cómo la inseguridad social y el desarrollo emocional pueden influir en los hábitos de consumo.
¿Los adolescentes tímidos tienden a consumir más alcohol?
La investigación, liderada por Jiaxu Han, estudiante de doctorado en la Universidad de Illinois, incluyó a 250 jóvenes socialmente cohibidos que consumían alcohol de forma regular. Los participantes fueron sometidos a un experimento controlado donde ingirieron un cóctel diseñado para alcanzar un nivel de alcohol en sangre del 0.08%, el umbral considerado como consumo excesivo según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA).
Posteriormente, los participantes participaron en videollamadas de corta duración, primero con un amigo cercano y luego con un extraño. Durante estas conversaciones, los investigadores monitorearon los movimientos oculares de los sujetos para analizar cuánto tiempo se observaban a sí mismos en pantalla, en lugar de interactuar visualmente con su interlocutor.
La inseguridad social motiva el consumo de alcohol en jóvenes, aunque se reduce con el tiempo.
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Los resultados fueron reveladores: los jóvenes que dedicaron más tiempo a mirarse en la pantalla reportaron un mayor número de días de consumo excesivo de alcohol. Según el estudio, por cada aumento del 1% en el tiempo que los participantes se enfocaron en su propia imagen, el número de días de consumo excesivo se incrementó en un 1.3%. En contraste, una disminución en la atención hacia los demás redujo este comportamiento en un 1.1%.
La relación entre la timidez y el alcohol
Este hallazgo sugiere que las personas tímidas podrían utilizar el alcohol como una estrategia para afrontar la incomodidad social. La cohibición y la autoconciencia excesiva, factores comunes entre los adolescentes tímidos, parecen desempeñar un papel clave en este fenómeno. El alcohol podría servir como una herramienta para aliviar la presión que sienten en contextos sociales, especialmente en una etapa de la vida donde la aceptación por parte del grupo es primordial.
Sin embargo, el consumo excesivo también podría exacerbar problemas emocionales preexistentes, como la ansiedad o la depresión, creando un ciclo complejo. Aunque el estudio no pudo determinar si el consumo de alcohol es una causa o un efecto de la timidez, los datos resaltan la importancia de intervenir temprano para evitar que este comportamiento se convierta en un problema a largo plazo.
Una disminución con el tiempo
A pesar de la tendencia inicial al consumo excesivo, los investigadores encontraron que este comportamiento disminuye significativamente con la edad. Los participantes que mostraron mayores niveles de timidez durante las videollamadas reportaron una reducción del 50% en los días de consumo excesivo de alcohol cada año. Este descenso fue considerablemente más alto que el promedio del 40% observado en todos los participantes.
Este cambio sugiere que, a medida que los adolescentes socialmente cohibidos adquieren mayor seguridad y las normas sociales evolucionan, el alcohol deja de ser una herramienta de afrontamiento. Esto subraya la importancia de ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades sociales y emocionales para manejar su timidez sin recurrir al consumo excesivo.