Qali Warma: víctimas de intoxicación de Frigoinca no reciben atención
El lado más débil. “Nos han abandonado”, afirmaron los padres de los escolares de Puno y Cajamarca, afectados por el consumo de las conservas en mal estado Don Simón, compradas según los criterios de Qali Warma. Ninguna autoridad les garantiza viajar a Lima para que reciban tratamiento especializado para superar las secuelas.
El escándalo de Frigoinca se ha concentrado en Lima, pero las víctimas son escolares de bajos recursos económicos de Cabana (Juliaca, Puno) y de Negropampa (Chota, Cajamarca). Tras casi un año de la intoxicación, los estudiantes todavía sufren las secuelas reportadas por el consumo de conservas que distribuyeron proveedores autorizados por Qali Warma, ahora llamado Wasi Mikuna.
“Dos de mis hijas se intoxicaron. A veces no sabemos qué hacer. A cualquier hora les da dolor de estómago y de cabeza. Casi no toleran ninguna comida. Nuestros hijos se han desvanecido en nuestras manos, casi se han ido”, relató E. F., madre de las niñas Y. N. C. F., de 13 años, y de S. T. C. F., de 14 años. La madre de las menores pidió a La República que no la identificaran plenamente, porque teme las represalias de las autoridades.
Las niñas pertenecen al colegio Gamaliel Churata, del distrito de Cabana, ubicado en la provincia puneña de San Román (Juliaca). En total, 32 alumnos resultaron afectados por el consumo de conservas Don Simón, de Frigoinca, distribuidos por los proveedores de Qali Warma.
El 15 de enero del 2024, Qali Warma concedió al Consorcio Grupo Eden Foods, integrado por Ruth Cabrera Andrade, Corporación Beganx e Inversiones A’Nghiam, representado por Ruth Cabrera Andrade, residente en Juliaca, un contrato por S/3.753.307 para repartir alimentos a varias localidades, entre ellas Cabana. Pocas semanas después, el 25 de marzo del 2024, se reportó la intoxicación.
Nadie ha sido sancionado por este caso.
Desde el día número uno, se pretendió ocultar el hecho.
“A una de mis hijas la recuperamos con oxígeno. Estuvo inconsciente en el hospital. Ese día me dijeron: ‘Ustedes no han cocinado como debía ser’”, declaró E. F., la madre de las dos niñas intoxicadas.
Escolares de la Institución Educativa Secundaria Gamaliel Churata, en San Roman Puno, empezaron a manifestar los síntomas a los pocos minutos de consumir alimentos de Qali Warma. Foto: La República
La operación distracción de Qali Warma
Solo cuando aparece alguna novedad del caso en Lima, las autoridades reaccionan.
“Los de Qali Warma nos enviaron a la Clínica Americana, en Juliaca, pero solo para análisis. No nos dieron los resultados. Después de eso, nadie del Gobierno se había acercado a nosotros. Después de nueve meses, hace unos días, aparecieron los del Ministerio de Salud y llevaron a nuestros hijos al gastroenterólogo del Hospital Carlos Monge Medrano. Fue después de que salieron los reportajes en la televisión sobre la carne de caballo. Tampoco conocemos los resultados”, expresó la testigo.
Para la alumna S. T. C. F,. la experiencia fue traumática. Estuvo a punto de perder la vida y vio cómo sus compañeros se desvanecieron uno tras otro. También relató las secuelas en su organismo luego de la intoxicación con Don Simón.
“Hay veces en las que me duele mi estómago, mi cabeza y todavía tengo náuseas. La comida la tengo que pasar con el limón. Alguno de mis compañeros están igual o peor. Recuerdo que ese día me empecé a sentir mal a los dos minutos o algo así, pasó cuando ya estábamos en formación para la bandera. Me había empezado a dar vueltas mi cabeza. Después, cuando ya estaba en las clases, me dolía fuerte la cabeza. Vi cómo varios de mis compañeros habían caído y luego yo me he desmayado. Después me han llevado hasta la posta”, relató S. T. C. F.
La madre de las niñas afectadas por las conservas Don Simón de Frigoinca admitió que ante la falta de atención de las autoridades ha tenido que recurrir al servicio médico privado. “Nos han abandonado”, afirmó, con amargura y miedo.
Wasi Mikuna comunicó a La República que en el caso del Consorcio Grupo Edén Foods, que proveyó los productos, se le sancionó con el 10% del contrato (aproximadamente S/375.000) y se resolvió el mismo por la causal de suministro de “un producto no apto para el consumo humano”. También, el organismo ha procedido a denunciar a las empresas que son parte del consorcio por el presunto delito contra la salud pública.
Por el lado de las víctimas, no pasa nada.
Alumnos con intoxicación alimentaria y fueron llevados de emergencia al Hospital José Hernán Soto Cabanillas en Chota. Foto: La República/Ilmer Irigoin
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“Son problemas psicológicos”
El director del colegio de Cabana, Julio Puma, declaró que, aunque hay niños que deben ser trasladados a Lima porque su salud aún es delicada como efecto de la intoxicación, “hasta el momento no hay ninguna institución del Estado que garantice la estadía de los estudiantes y de los padres de familia en la capital.
En Cajamarca, la historia se repite.
E. H., padre de S.H. (13), uno de los 36 estudiantes del colegio Señor de Los Milagros, del centro poblado de Negropampa (Chota, Cajamarca, que enfermaron por consumir Don Simón de Frigoinca, narró que su hija en la actualidad presenta algunos de los mismos síntomas del día de la intoxicación, el 5 de abril del 2024.
“A veces, le duele el estómago, tiene algunas molestias, pero tuve que llevarla a médicos particulares porque en el Hospital José Hernán Soto (de Chota) ya no querían atenderla. Nos dijeron que lo suyo era algo ‘psicológico’. Mientras que los médicos particulares mencionaron que estaba sufriendo las secuelas de la intoxicación”, manifestó E. H., papá de la niña S. H.
En el caso de Negropampa, donde se registró la intoxicación tras el consumo de conservas Don Simón, Qali Warma adjudicó el contrato al Consorcio D&M, conformado por las empresas Corporación F&M San Antonio y Fresh Planet Foods, representado por Sherlly Chuquizuta Loja, residente en Cajamarca. El monto fue por S/6.632.393.
Wasi Mikuna reportó a La República que en ninguno de los casos (Cabana y Negropampa) el programa de alimentación escolar compró directamente a Frigoinca las conservas Don Simón, cuyos algunos de sus ejemplares aparentemente se encontraban en mal estado.
Pero también es cierto que por disposición de Qali Warma, las empresas que participan en las licitaciones ganan más puntajes si acreditan que se abastecen de los productos de fábricas de la zona macrorregional.
Por ejemplo, en el caso del Consorcio Grupo Eden Foods, que abasteció al colegio de Cabana, ofreció productos Don Simón que supuestamente contaba con una productora en Puno. Y el Consorcio D&M, que proveyó alimentos para el colegio de Negropampa, obtuvo la buena pro porque ofertó las conservas de Frigoinca, cuya fábrica se ubica en Chepén, La Libertad, adyacente a Cajamarca.
Pero hay algo más. Los proveedores escogieron los productos de Frigoinca porque cumplían con las especificaciones técnicas señaladas por Qali Warma.
Es más, Wasi Mikuna reportó a La República que “en junio del 2024 (después de las intoxicaciones de marzo y abril de ese año), Digesa (Dirección General de Salud Ambiental) respondió que, de acuerdo con los análisis microbiológicos, los referidos productos (Don Simón) eran aptos para el consumo humano”.
Empero, las empresas componentes del Consorcio Grupo Eden Foods también han sido denunciadas por el delito contra la salud pública. Sin embargo, a diferencia del Consorcio D&M, Wasi Mikuna no le ha resuelto el contrato y tampoco le ha aplicado una sanción económica del 10% del total del contrato.
“Wasi Mikuna garantiza que ninguna empresa, de manera individual o como integrante de algún consorcio, que haya entregado productos no aptos para el consumo humano que pongan en riesgo la salud, podrá suscribir contrato para el presente año”, aseguró el programa. Mientras tanto, los escolares afectados