Política

Testigo reveló a la Fiscalía: "En el Sodalicio hay un enfermo favor por Figari como si fuera "Dios"

Un exsodálite que laboró junto con uno de los líderes de la organización religiosa, y que perteneció durante 16 años a la entidad, narró a las autoridades cómo la maquinaria del Sodalicio enseña a sus integrantes a odiar a sus familias. También fue testigo de cómo construyeron un imperio económico basado en los aportes de las familias y en el tráfico de terrenos.

El fundador del Sodalicio (derecha), Luis Figari Rodrigo, junto con uno de sus principales colaboradores, el arzobispo José Eguren Anselmi. Crédito: La República.
El fundador del Sodalicio (derecha), Luis Figari Rodrigo, junto con uno de sus principales colaboradores, el arzobispo José Eguren Anselmi. Crédito: La República.

En el Sodalicio de Vida Cristiana todo gira alrededor del fundador de la organización religiosa, Luis Figari Rodrigo, desde el mandato a sus integrantes de someterse ciegamente y a golpes, hasta las millonarias inversiones destinadas a incrementar su poder económico. Así lo declaró un testigo clave en la investigación fiscal, el exsodálite F.N.P., quien perteneció durante 16 años a la congregación.

F.N.P. -cuya identidad se mantiene en reserva por razones de seguridad-, relató que su familia lo entregó al Sodalicio para que lo formara bajo las enseñanzas del cristianismo, pero resultó todo lo contrario. Lo instaron a denostar a su familia y a endiosar a Figari.“(En el Sodalicio hay un) enfermo fervor que se vivía en el Sodalicio. Figari se convertía en una especie de dios, más que el mismo Jesucristo. Yo en esa etapa de mi vida hubiera estado dispuesto —y no son palabras menores— a dar la vida por Figari. ‘(El Sodalicio) era tu familia’, te repetían. Cuando tú decías: ‘Mi familia va a venir a visitarme’, o: ‘Me llamó mi familia’, te decían: ‘No, ellos no son tu familia. Tu familia somos nosotros’. Eso era algo que se repetía constantemente y era muy sistemático”, dijo en su declaración F.N.P. a la que tuvo acceso la Unidad de Investigación de La República.

Cuestión de dinero

La maquinaria del Sodalicio se alimenta con los fondos que entregan las familias de los sodálites. F.N.P. ofreció una descripción de cómo era el sistema que había diseñado Figari para el financiamiento de la organización religiosa. Se quedan hasta con el último centavo.

Lucraban con muchísimas cosas bajo el criterio de la religiosidad y esta confianza ciega. Desde que yo ingresé a ese lugar, me dijeron que tengo que cumplir con una cuota económica, que todos los que ingresábamos a la comunidad (del Sodalicio) tenemos que pagar nuestro sustento y que estaba valorizado en 350 dólares por persona. Mi papá pagó desde el día uno que ingresé hasta el día que salí. (…) El aporte, en mi caso, desde el inicio fue zanjado desde 350 dólares por 13 años que viví en la comunidad (del Sodalicio). Y por 12 meses de cada año, son 54.600 dólares”, testificó F.N.P. ante la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado.

“Mi hermano vivió 9 años en la comunidad bajo el mismo esquema. Estamos hablando del aporte obligatorio de 37.800 dólares. Son 54.600 más 37.800 dólares lo que mi papá aportó en nuestra vida sodálite como algo establecido. (...) Mi papá nos compró una camioneta para el Sodalicio cuando vivíamos acá, a 15.000 dólares. Yo recibí una herencia de mi mamá cuando falleció, de 20.000 dólares, que también entregué a la comunidad. En realidad vivíamos para darle todo a la comunidad. Si vamos sumando los aportes que hicimos están por encima de los 500.000 dólares, porque a mi papá se le pedían donaciones extras”, explicó a la fiscalía.

El testigo F.N.P. evidenció que las familias de los sodálites son obligados a hacer aportes de dinero mensualmente. Crédito: La República

El testigo F.N.P. evidenció que las familias de los sodálites son obligados a hacer aportes de dinero mensualmente. Crédito: La República

A diferencia de otros testigos, F.N.P. tuvo acceso a la cúpula del Sodalicio, debido a que trabajó a órdenes del arzobispo de Piura, José Eguren Anselmi, quien querelló a los periodistas Paola Ugaz y Pedro Salinas por publicar investigaciones sobre los negocios opacos de la organización religiosa. F.N.P. habló de las reuniones secretas de Eguren con el sacerdote Jaime Baertl Gómez y el laico Juan Carlos Len Álvarez. “Ellos tienen el poder económico absoluto del Sodalicio”, afirmó el testigo.

Las investigaciones periodísticas revelaron que el Sodalicio recurrió al tráfico de tierras y a organizaciones criminales para apropiarse a la fuerza de predios que pertenecían a las comunidades campesinas piuranas, algo que siempre negaron las autoridades del Sodalicio. Sin embargo, F.N.P. confirmó dichas actividades reñidas con la ley

Abuso cotidiano

"Jaime Baertl era como el asesor para todas las cosas económicas. Tú sabías de manera implícita que manejaban el tema económico y podían conseguir cosas. Me dijeron que yo no podía ver nada de lo económico, porque de eso se encargaban directamente en Lima. (...) Yo recibí una llamada de una persona de Piura, con solvencia económica, que me llamó muy confundido y me dijo: ‘esas tierras que están comprando son tierras que se las están vendiendo ilegalmente. Yo conozco a los propietarios. Y como tú eres mi amigo, te quiero pedir por favor que generes una reunión con las personas responsable para que podamos resolver porque estoy seguro de que ustedes no están enterados’. Yo me di por sorprendido. Super sorprendido. (…) Llamé al padre Jaime (Baertl Gómez), que era quien venía a ver este proyecto constantemente y le conté. (…) Mi sorpresa fue mayor porque me dijo: ‘No, no te preocupes. Esto no está pasando así. No te preocupes que nosotros lo resolvemos’. Una vez más, con la confianza que tenía hacia Jaime (Baertl Gómez), dije: Ya está resuelto. Luego me enteré posteriormente de que hubo muchas irregularidades y que grupos de traficantes de tierras y el Sodalicio (estaban) comprando las tierras a personas sabiendo que no eran los propietarios”, testificó F.N.P.

Juan Carlos Len y Jaime Baertl son los que manejan el negocio del Sodalicio, conforme a la declaración ante la fiscalía del testigo F.N.P. El Vaticano los expulsó de la organización religiosa. Crédito: La República.

Juan Carlos Len y Jaime Baertl son los que manejan el negocio del Sodalicio, conforme a la declaración ante la fiscalía del testigo F.N.P. El Vaticano los expulsó de la organización religiosa. Crédito: La República.

Por si fuera poco, el exsodálite también reveló a la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado los abusos que cometen los responsables del Sodálite con los integrantes más jóvenes. Con este testimonio, F.N.P. confirma lo que encontraron los integrantes del equipo de investigación de El Vaticano.

“A mí me ha tocado ver de cerca en el Sodalicio maltratos con los que no he estado de acuerdo, abusos psicológicos muy serios, graves. He sufrido también algunos de ellos, bajo el criterio que el superior es la voz de Dios. He nadado en el mar con ropa cargando piedras a la isla, 150 metros. He sido testigo de insultos del señor (Óscar) Tokumura (Tokumura), de cómo insultaba a la gente, diciéndoles ‘animal de mierda’, ‘bestia de mierda’, ‘no sirves para nada’. He sido testigo de patadas, porque nos ponían parados para que nos patearan el estómago y era prueba si hacíamos ejercicio o no. He corrido hasta vomitar, me he pasado tres días sin comer, tomando solo agua. (…) Mi hermano casi pierde la vida en su etapa de formación por una orden del superior de la comunidad de San Bartolo. A nosotros nos obligaban a nadar en el mar y mi hermano era temeroso del mar. Un día que hubo una crecida de mar lo mandan forzado a nadar, él sale diciendo que no puede continuar y lo obligan a nadar”, manifestó el testigo.

La pesadilla del Sodalicio está en su fase terminal.