Regresa el dinero legal a la política, por Mirko Lauer

El principal reproche a los fondos privados en el terreno electoral es que la riqueza de los donantes automáticamente favorece a los candidatos que ellos favorecen. 

No es que, según una nueva ley, los aportes a los partidos democráticos puedan ser privados. El tema es que, además, deben ser entregados en dinero legal. Esta diferencia entre pueden y deben es de una enorme importancia. Debemos entender que todo aporte electoral que sea incapaz de demostrar su legalidad estará fuera de la ley. No se donará desde el bolsillo, sino desde la contabilidad.

La nueva norma busca frenar la llegada de dinero proveniente del crimen organizado a la política. Pero los grupos delincuenciales se han venido moviendo cada vez más hacia formas de negocio legal. De modo que los donantes a candidaturas deben hacerse a la idea de una auditoría en el futuro cercano de su empresa. Algo incómodo incluso para los comerciantes honestos.

Todo el que tiene dinero quiere que una parte de este influya en la política electoral, haciendo ganar al candidato preferido. Ese derecho debe estar reservado para quienes han hecho dinero limpio, lo cual ciertamente incluye la formalidad en varios aspectos. No se puede donar al candidato favorito una suma que se le escamotea al fisco o se le roba a particulares.

Esperamos que poder financiar candidaturas irá cambiando la actitud de un empresariado peruano tradicionalmente remiso a participar personalmente en la política. Hay excepciones, pero la norma es que hacer política es peligroso para un empresario. Lo cual no es totalmente falso, pero depende de cómo se haga esa política.

El principal reproche a los fondos privados en el terreno electoral es que la riqueza de los donantes automáticamente favorece a los candidatos que ellos favorecen. Pero los fondos, en cualquier monto, permiten competir, pero no garantizan la victoria. Candidatos con gran bolsa de viaje no siempre lograron llegar primeros. Así pasó en 1990.

Al reproche del párrafo anterior se suma la idea de que el dinero privado legal siempre va a favorecer ideologías conservadoras o de derecha. Aunque hay gente rica que se inclina por la imparcialidad, como expresión de simpatía por la democracia en general. Pero dar y recibir va fortaleciendo lazos, también en la política general.

Lazos e intereses comunes. Como impedir el avance de todo ese dinero mal habido que flota en los resquicios ocultos de la sociedad, buscando reproducirse a expensas de la ciudadanía honorable. Los candidatos truchos, ya lo hemos visto, son parte del avance de ese dinero mal habido.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).