Pedro Castillo le ha hecho a Dina Boluarte el mejor regalo de Navidad. Al salir a atacarla en estos días, le recuerda a muchos por qué llegó ella a la presidencia. Boluarte fue el sello que terminó de liquidar el golpe, y todavía hoy esa es su mejor carta de presentación. Bien sabe Castillo por qué la ataca desde la prisión.
Pero la suerte de Boluarte no le debe preocupar tanto a Castillo como su propio futuro. La comparación de sus cifras de intención de voto para el 2026 (pobres, pero reales) con la aprobación de Boluarte, más el masaje jurídico del abogado, deben darle momentos de entusiasmo. Pero gente mucho menos culpable no ha podido volver a la presidencia.
Aunque al golpista le quedan algunos recursos. Uno es el pequeño contingente de seguidores que aparecen en las encuestas. Otro es la imagen de víctima que esos seguidores le reconocen. Además, está su posibilidad de encajar en la casilla del anti-Boluarte, que es lo que cultiva el tuit que comentamos. Por último, tiene amigos en presidencias lejanas, lamentables o dudosas.
Cabe notar que, si bien Castillo se mueve un poco, nadie se mueve por él. Un impulso de tipo "Castillo libertad" es casi inexistente. No hay hasta el momento precandidatura que se haya puesto bajo su ala. Por todo eso, su condena por la justicia avanza a toda máquina, igual que la de sus compinches de Palacio, algunos todavía muy campantes.
Dicho todo lo anterior, si Antauro Humala y su combo se mantienen efectivamente vetados de las próximas elecciones, un sector del electorado va a necesitar un referente “antisistema”. Perú Libre se quemó en la alianza con fuga hacia la derecha de su líder. Castillo, por su parte, puede ser usado sin que él pueda realmente exigir nada.
¿Pero por qué es el ataque? ¿Piensa Castillo que ella no está recibiendo suficientes? Quizás quiere aquello que la gente de la publicidad llama posicionarse. Atacar a Boluarte, repetimos, le evita ser olvidado dentro y fuera del país. El maestro rural, bien limitado y con un gran sombrero, que iba a hacer una revolución.
Que los rateros de su entorno se robaron el proyecto de Castillo es una manera de ver lo que sucedió en ese momento. Pero no fue exactamente así. ¿Podrá algún día explicarnos qué estaba pensando?
Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).