Opinión

La transparencia perdida

En la Municipalidad de Lima no se transmiten los debates sobre cambios de zonificación.

Editorial
Editorial

Hay una regla de oro para generar suspicacia y es la de tratar de mantener la opacidad. Es el caso de la Municipalidad de Lima, en la que se están manteniendo en secreto decisiones sobre la nueva zonificación de la ciudad.

Debido a una filtración de un presumible caso de corrupción, en el cual un funcionario municipal solicitaba una coima de tres millones de soles para el cambio de zonificación, se procedió a transmitir íntegras las sesiones en las que la comisión encargada debatía y determinaba las nuevas zonificaciones. Hay que agregar que este caso producido en la gestión anterior no se investigó oficialmente.

Esta sana costumbre ha sido eliminada por la mayoría de Renovación Popular y el personal de confianza del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. La excongresista y regidora del partido del alcalde, Fabiola Morales, justificó la suspensión de las transmisiones de las reuniones de la comisión, señalando que no había suficiente presupuesto para solventarlas.

El argumento es débil y falaz. Las transmisiones en directo no requieren de un enorme presupuesto y sofisticada tecnología.  El propio alcalde de Lima realiza todas sus actividades públicas con un departamento de prensa que hace posible que se vea en vivo al burgomaestre, por lo que este tipo de actividades en prensa no es ajeno a la nueva administración.

La transparencia con la que actúe el Gobierno limeño es básica para propiciar confianza y asegurar legitimidad. No debería haber impedimento para que se cumplan con todos los estándares de ética y de probidad, que incluyen, en el caso específico de los debates por las nuevas zonificaciones, el conocimiento de los ciudadanos en directo de los elementos que se están tomando en cuenta para definir estos nuevos espacios en los que se llevarán desarrollos urbanísticos.

Es evidente que una ciudad como Lima requiere de nuevas zonas destinadas a conglomerados de comercio y nuevas áreas para viviendas. Pero ese crecimiento demanda también una planificación urbanística donde se suman otros factores como el del transporte, los servicios básicos, entre otros.

Ya existen denuncias que señalan que hay un cambio inexplicable de zonificación en áreas de la ciudad que no deberían permitirlo. En algunos distritos se están cambiando los parámetros de construcción de 3 pisos como máximo a torres de 20 pisos. Se trata de investigar cuál es la base legal de los cambios, pero también de reclamar a la gestión de López Aliaga transparencia para informar a la comunidad sobre estas modificaciones.