Muy malas noticias para inmigrantes en USA: la dura amenaza de Trump contra indocumentados refugiados en 'ciudades santuario'
La nueva administración de Donald Trump ha dejado claro que su objetivo es endurecer las políticas migratorias con un énfasis particular en las ciudades santuario, como California o Nuva York. El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ha informado que la policía local no colaborará con ICE en operativos de deportación.
La migración en Estados Unidos siempre ha sido un tema controversial y con el inicio de 2025 la situación para los inmigrantes indocumentados se ha vuelto más tensa. El presidente Donald Trump ha reactivado su enfoque duro contra los inmigrantes, con una serie de medidas que incluyen deportaciones masivas y amenazas a las llamadas ciudades santuario. Estos lugares, que limitan la cooperación con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se han convertido en el blanco de nuevas políticas migratorias que podrían afectar a millones de personas, en su mayoría refugiados y trabajadores indocumentados que han construido sus vidas en territorio norteamericano.
Bajo la administración de Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ha intensificado sus esfuerzos con redadas masivas que ya están dejando huella en varias ciudades santuario. El último 27 de enero, casi 1200 personas fueron arrestadas en una sola operación, un número mucho mayor al promedio diario de detenciones realizadas en el Gobierno de Joe Biden y Kamala Harris. Esta nueva ofensiva pone a los inmigrantes indocumentados en una situación extremadamente vulnerable, especialmente aquellos que se encuentran en ciudades santuario, donde las políticas locales limitan la cooperación con ICE.
Estados Unidos muestra las primeras deportaciones de Donald Trump. Foto: composición LR
¿Cuál es la dura amenaza de Donald Trump contra inmigrantes indocumentados refugiados en ciudades santuario?
La nueva administración de Donald Trump ha dejado claro que su objetivo es endurecer las políticas migratorias con un enfoque mucho más agresivo, con un énfasis particular en las ciudades santuario, como California o Nuva York. Las nuevas amenazas incluyen sanciones económicas y acciones legales contra funcionarios locales que se nieguen a colaborar con los esfuerzos de deportación masiva.
El equipo de Trump ha declarado que las deportaciones masivas serán la piedra angular de su plan para combatir la inmigración ilegal en Estados Unidos. En un intento por enviar un mensaje claro, el zar de la frontera, Tom Homan, ha afirmado que cualquier persona que se encuentre ilegalmente en el país "tiene un problema". Los inmigrantes que se han refugiado en ciudades santuario, muchas de las cuales han prometido proteger a los indocumentados, temen que las políticas del republicano no solo afecten a aquellos con antecedentes penales, sino que también repercutan en familias y trabajadores sin historial delictivo.
Bajo la administración de Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ha intensificado sus esfuerzos con redadas masivas que ya están dejando huella en varias ciudades santuario. Foto: composición LR
¿Qué están haciendo las ciudades santuario para proteger a los inmigrantes indocumentados?
Frente a la amenaza de las deportaciones masivas, varias ciudades santuario han implementado medidas para proteger a los inmigrantes indocumentados. Estas políticas tienen como objetivo asegurar que los residentes puedan acceder a servicios fundamentales sin la constante preocupación de ser detenidos o deportados. En California, por ejemplo, la Ley de Valores de 2017 prohíbe a las agencias locales compartir información con el ICE, mientras que en Los Ángeles, el Concejo Municipal aprobó una ordenanza que impide el uso de recursos locales para hacer cumplir las leyes migratorias federales.
En ciudades como Chicago, Nueva York y Boston, los alcaldes han reafirmado su compromiso con la protección de los inmigrantes indocumentados. El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, ha dejado claro que la policía local no colaborará con ICE en las operaciones de deportación, mientras que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha ratificado su negativa a acatar las órdenes federales en este ámbito. Estas posturas políticas son fundamentales en la lucha por la seguridad de los inmigrantes, aunque también han provocado un choque directo con el gobierno de Trump, que ha amenazado con recortar fondos federales a las ciudades que no se alineen con los esfuerzos de deportación.