Alemán vivió más de 120 días bajo el mar en una cápsula aeroespacial y logró un récord Guinness
Rüdiger Koch, ingeniero aeroespacial de 59 años, rompe récord Guinness al vivir 120 días bajo el agua en una cápsula submarina frente a Colón, Panamá.
Rüdiger Koch, un ingeniero aeroespacial de 59 años, ha logrado romper el récord Guinness al vivir 120 días bajo el agua, demostrando que el océano puede ser un espacio habitable y funcional. Su experiencia se desarrolló en una cápsula submarina frente a las costas de Colón, Panamá.
Desde el 26 de septiembre de 2023 hasta el 24 de enero de 2024, Koch residió a 11 metros de profundidad en el mar Caribe, en una cápsula de 30 metros cuadrados equipada con las comodidades básicas necesarias para su vida diaria. Este proyecto busca resaltar la viabilidad de la vida submarina y su potencial como alternativa a la vida urbana.
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La cápsula, inspirada en la obra de Julio Verne, está conectada a una casa flotante y cuenta con acceso a internet satelital y energía solar. Durante su estancia, Koch disfrutó de un entorno tranquilo, alejado del bullicio de la vida en la superficie.
Un hogar submarino innovador
La cápsula de Koch, diseñada para ser un hogar temporal, incluye elementos como cama, televisión, computadora, ventiladores y una bicicleta estática. Aunque carece de ducha, su diseño permite un acceso cómodo a las comodidades necesarias para vivir durante un periodo prolongado bajo el agua.
La estructura circular, montada sobre un cilindro, ofrece ventanas de 360 grados que permiten disfrutar de la belleza del entorno marino. Para acceder a la cápsula, es necesario realizar un viaje en bote de 15 minutos desde la marina de Linton Bay, lo que añade un elemento de aventura a la experiencia de Koch.
La experiencia de vivir bajo el agua
En una entrevista con la agencia internacional de noticias AFP, Koch compartió su perspectiva sobre la vida submarina. “Mudarnos al océano debería ser una opción que consideremos. Aquí abajo es mucho más pacífico; no es como la vida urbana. Lo único que se escucha son las olas y un leve murmullo de los peces”, expresó, destacando la tranquilidad que se experimenta en su entorno.
Durante su misión, Koch recibió visitas regulares de un médico y sus dos hijos, lo que le permitió mantener un vínculo con su familia mientras se dedicaba a su innovador proyecto. Su experiencia no solo busca romper récords, sino también abrir un diálogo sobre la posibilidad de habitar el océano de manera sostenible.
Un paso hacia el futuro
La iniciativa de Rüdiger Koch plantea interrogantes sobre el futuro de la vida humana en el océano. A medida que la población mundial crece y los espacios terrestres se vuelven más limitados, la exploración de nuevas formas de vida submarina podría convertirse en una solución viable. Su experiencia podría inspirar a otros a considerar el océano como un nuevo hogar.
Con su récord Guinness, Koch no solo ha demostrado que es posible vivir bajo el agua, sino que también ha abierto la puerta a nuevas posibilidades para la humanidad. Su misión es un recordatorio de que el océano, a menudo visto como un lugar inhóspito, puede ser un espacio de paz y funcionalidad.