Estos son los 10 apellidos más comunes de Argentina: el top 1 lidera las listas de Chile y Venezuela
En Argentina, la legislación establece que los ciudadanos deben llevar tanto el apellido paterno como el materno. Además, con la reforma al Código Civil, se permite que el orden sea invertido, colocando el apellido de la madre antes del del padre.
El Registro Nacional de las Personas (RENAPER) presentó un informe que identifica los 20 apellidos más frecuentes en Argentina. Este análisis, elaborado por la Dirección Nacional de Población (DNP), perteneciente al Ministerio del Interior, lleva por título “Distribución geográfica de apellidos en Argentina” y estudia cómo se distribuyen espacialmente los apellidos en la población actual del país.
El informe de la DNP muestra que en Argentina hay una gran variedad de apellidos, con un total de 348.288 registrados. Sin embargo, solo el 2% de estos apellidos son usados por 500 o más personas, aunque estos pocos nombres representan al 79% de la población del país. Esto refleja tanto la diversidad como la concentración de algunos apellidos comunes en Argentina.
Los apellidos más populares en Argentina son también los más frecuentes en países de habla hispana. Foto: www.dgmu.ru.
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¿Cuáles son los 10 apellidos más comunes en Argentina?
A pesar de que entre 1881 y 1914 llegaron a Argentina 2 millones de inmigrantes italianos, los 20 apellidos más frecuentes en el país tienen raíces españolas. Estos son los 10 apellidos más comunes en Argentina:
1. González: tiene una amplia presencia en Sudamérica, en países como Venezuela, Paraguay, Chile y Argentina. Su origen se remonta a la época de los visigodos en la Península Ibérica, y su significado está relacionado con la valentía en combate o la protección en la batalla. Representa el 1,619% de los apellidos de Argentina.
2. Rodríguez: es un apellido popular en los países de la región. Su origen se remonta a la Edad Media.
3. Gómez: es de origen español y significa “hijo de Gome”. Representa el 1.192% de los apellidos.
4. Fernández: representa el 1.079% de los apellidos de la nación argentina.
5. López: ocupando el puesto 5, ‘López’ representa el 1.077% de los apellidos argentinos.
6. Martínez: representa el 0.965% de los apellidos argentinos.
7. Díaz: representa el 0.946% de los apellidos en el país.
8. Pérez: representa el 0.77% de los apellidos en Argentina.
9. Sánchez: representa el 0.746% de los apellidos de Argentina.
10. Romero: representa el 0.735% de los apellidos del país.
Llama la atención que el 8% de la población argentina comparta uno de los siete apellidos más comunes: González, Rodríguez, Gómez, Fernández, López, Martínez o Díaz, mientras que ningún apellido de origen italiano aparece en esta lista. En cuanto a los menos frecuentes, su distribución varía según la provincia. Por ejemplo, aunque González es el apellido más popular en el país, tiene menor presencia en Formosa, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe. Por otro lado, López, otro apellido habitual, es poco común en San Luis.
González, el apellido más popular
El apellido González, uno de los más comunes en España con más de 10 millones de portadores, se ha difundido ampliamente en Sudamérica, incluyendo países como Argentina, Venezuela, Chile y Paraguay, donde también es muy frecuente. Su popularidad se debe en gran parte a la migración, y ha sido adoptado y adaptado por distintas culturas, convirtiéndose en un símbolo de identidad que refleja la historia del mestizaje y la migración. Este apellido, con raíces españolas, conecta generaciones como un legado cultural compartido.
¿De dónde proviene la palabra 'apellido'?
El término "apellido" tiene su origen en la palabra latina appellatus, que significa "llamado" o "denominación". Su uso comenzó en la antigua Roma como una forma de identificar de manera más precisa a las personas, y con el tiempo esta práctica se difundió globalmente para señalar la conexión con una familia o linaje. De esta manera, los apellidos se convierten en reflejos de las historias familiares, cargando con ellos tradiciones, valores y legados.
