El metal crucial de uso militar que elevó su precio hasta US$38.000 por tonelada y que Estados Unidos no produce
El aumento en el precio de este mineral, impulsado por restricciones chinas, pone en jaque a la industria de defensa y expone la vulnerabilidad de países occidentales como Estados Unidos.
La creciente demanda global de metales estratégicos ha llevado a este metal convertirse en uno de los minerales esenciales para la industria de defensa. Este elemento, utilizado en la producción de armamento y otros productos militares, ha visto su precio escalar hasta los US$38.000 por tonelada, según datos recientes. Sin embargo, Estados Unidos no produce este mineral en su territorio, lo que lo coloca en una posición de dependencia crítica ante exportaciones controladas, principalmente, por China.
Este metal crítico es clave para aplicaciones como la fabricación de municiones, componentes electrónicos y retardantes de fuego. Su relevancia ha aumentado debido a la crisis de metales clave, una problemática que afecta las cadenas de suministro a nivel global. Las restricciones en las exportaciones impuestas por China, que controla cerca del 80% del suministro mundial, han intensificado esta crisis, limitando el acceso de Occidente a este recurso indispensable.
¿Cuál es el metal de uso militar que no produce Estados Unidos?
El antimonio es un mineral esencial cuya importancia radica en su capacidad para fortalecer aleaciones metálicas y mejorar la resistencia de materiales frente al calor y la corrosión. Estos atributos lo hacen indispensable para la producción de armamento y tecnología militar avanzada. A pesar de su relevancia, países como Estados Unidos han cerrado minas históricas, como las ubicadas en Idaho, dejando el abastecimiento del mercado interno en manos de países extranjeros.
El antimonio, un metal crucial para la industria militar y tecnológica. Foto: Radar
Empresas como Perpetua Resources, con sede en Canadá, han tratado de revivir proyectos mineros en América del Norte para reducir la dependencia de países asiáticos. Sin embargo, estas iniciativas enfrentan desafíos regulatorios y financieros, mientras que los precios continúan en aumento. Los depósitos más grandes, como Trojarova en Rusia y West Gore en Canadá, han atraído la atención de compañías como Military Metals, pero su desarrollo no es inmediato.
La dependencia de occidente por el antimonio
La escasez de antimonio en Occidente expone las vulnerabilidades de la industria de defensa, particularmente en naciones que dependen de este metal para fabricar sistemas de armas avanzados. El suministro de antimonio se ha convertido en un asunto de seguridad nacional, especialmente en Estados Unidos, donde las reservas estratégicas no cubren la creciente demanda.
El aumento de precios también afecta a otras industrias que emplean antimonio, como la tecnológica y la automotriz. En respuesta, algunos gobiernos han iniciado proyectos de exploración para hallar nuevos depósitos de antimonio y asegurar el acceso a este recurso crítico. Sin embargo, estas estrategias requieren años para concretarse, mientras que la competencia internacional sigue intensificándose.
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China restringe exportaciones y desata la carrera por minerales clave
China, principal proveedor de antimonio a nivel mundial, anunció restricciones en sus exportaciones a principios de 2024, como parte de una política destinada a fortalecer su control sobre minerales estratégicos. Esta decisión provocó un incremento inmediato en los precios y puso en alerta a países como Estados Unidos y la Unión Europea.
En este contexto, empresas occidentales buscan alternativas para diversificar el suministro. Canadá y Australia han emergido como aliados estratégicos en esta carrera, gracias a sus yacimientos de metales críticos y políticas favorables hacia la minería. Sin embargo, recuperar el equilibrio en el mercado llevará tiempo y dependerá de la colaboración entre gobiernos y empresas privadas para superar las restricciones chinas.