Crisis política en Francia se intensifica tras censura del primer ministro de Emmanuel Macron
Coalición opositora de antípodas deja a Francia sin gobierno. El Nuevo Frente Popular, bancada que incluye a las izquierdas, y Agrupación Nacional (Rassemblement National, en francés), partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen, votaron juntos contra gobierno de Macron.
En un golpe político que intensifica la crisis en Francia, el Parlamento censuró este miércoles al primer ministro Michel Barnier, tras una moción respaldada por diputados de izquierda y extrema derecha. La caída de Barnier, quien duró apenas 90 días en el cargo, marca un nuevo récord como el gobierno más breve en la historia de la Quinta República francesa, según Le Monde.
La moción de censura, aprobada con 331 votos a favor frente a los 288 necesarios, pone fin a un gobierno que ya enfrentaba serias dificultades para consolidar su legitimidad. Michel Barnier, exnegociador del Brexit, presentará este jueves su dimisión formal al presidente Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo, informó France Presse.
La censura no implica la salida inmediata de Macron, pero debilita significativamente a un presidente que ya enfrenta cuestionamientos sobre su capacidad para liderar. Macron, que calificó la idea de dimitir como "política ficción", se dirigirá a la nación en un discurso televisado este jueves a las 20:00 horas, confirmó France Info.
Un Parlamento fragmentado y presupuestos rechazados
La moción de censura, impulsada por el Nuevo Frente Popular (NFP), marcó la derrota de los presupuestos para 2025 propuestos por Barnier. Estas medidas buscaban reducir el gasto público y aumentar impuestos temporales a grandes empresas para disminuir el déficit (6,1% del PIB en 2024) y la deuda pública (112% del PIB a junio), señaló France Presse. Sin embargo, el retraso en la revalorización de las pensiones generó el rechazo de la extrema derecha, que finalmente apoyó la censura.
El clima parlamentario refleja la profunda fragmentación de la Asamblea Nacional, dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (RN), aprovechó para instar a Macron a reflexionar sobre su continuidad. "Corresponde a su conciencia decidir si puede sacrificar el destino de Francia a su orgullo", afirmó Le Pen, citada por Le Monde.
Repercusiones políticas y económicas
La destitución de Barnier ocurre en un momento de alta tensión económica y social. El país enfrenta una prima de riesgo de deuda comparable a la de Grecia, mientras la movilización social se intensifica con una huelga nacional de funcionarios públicos este jueves, además de protestas de agricultores contra acuerdos comerciales con Mercosur, detalló France Presse.
La crisis no solo afecta a Francia; la inestabilidad política también se siente en Alemania, donde el adelanto de las elecciones legislativas al 23 de febrero agrega presión al bloque europeo. Este contexto podría debilitar aún más a la Unión Europea en un momento crítico por los cambios en el panorama global, incluidas las elecciones en Estados Unidos.
El desafío de Macron
Macron, que nombró a Barnier en septiembre en busca de "estabilidad", ahora enfrenta el reto de designar rápidamente a un nuevo primer ministro antes de eventos clave como la reapertura de Notre Dame este fin de semana, mencionó su entorno a France Info.
Aunque Le Pen lidera las encuestas para las próximas elecciones presidenciales, su futuro político podría verse comprometido si la justicia decide inhabilitarla por cinco años en un caso de malversación de fondos europeos, destacó France Presse.
El escenario para Macron es cada vez más complicado. Como señaló Mathilde Panot, de La Francia Insumisa, "solo queda una solución: ahora le pedimos a Emmanuel Macron que se vaya", reportó France Info.
Récords históricos y desafíos inéditos
La caída de Barnier no solo marca un récord de brevedad en Matignon, sino que evidencia el debilitamiento del modelo de gobierno instaurado por Macron desde 2017. Para los analistas, la censura de Barnier, quien estuvo en el cargo menos tiempo que el socialista Bernard Cazeneuve (cinco meses y ocho días), según Le Monde, representa un momento clave que podría redefinir el panorama político francés y europeo en los próximos años.4o