EE. UU. califica de "farsa" la toma de posesión de Nicolás Maduro e impuso sanciones a 8 altos cargos en Venezuela
Estados Unidos calificó de "farsa" la toma de posesión de Nicolás Maduro para un tercer mandato presidencial en Venezuela. Además, anunció sanciones contra ocho funcionarios clave del régimen chavista, aumentando la presión internacional.
La toma de posesión de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial en Venezuela ha generado reacciones contundentes en la comunidad internacional, encabezadas por Estados Unidos. Funcionarios estadounidenses calificaron el acto como una "farsa" y lo vincularon con un supuesto fraude electoral. Además, el gobierno de Joe Biden impuso una nueva serie de sanciones económicas contra altos funcionarios del régimen chavista, como parte de su estrategia para aumentar la presión política y económica sobre el líder venezolano.
Maduro juró el cargo en una ceremonia breve realizada en la Asamblea Nacional de Venezuela, en medio de señalamientos de irregularidades en los comicios celebrados previamente. Este evento ha sido duramente criticado por diversos países que consideran ilegítimo su mandato, argumentando que las elecciones no reflejan la voluntad del pueblo venezolano. El mandatario se enfrenta ahora a una creciente condena internacional que busca poner fin a su permanencia en el poder, marcada por denuncias de autoritarismo y crisis económica en Venezuela.
Toma de posesión de Nicolás Maduro: ¿Qué dijo Estados Unidos?
Estados Unidos no tardó en reaccionar tras la toma de posesión de Nicolás Maduro. En una rueda de prensa, funcionarios del gobierno calificaron el acto como un "fraude" y denunciaron que el líder venezolano está subvirtiendo la democracia en su país. Según el Departamento del Tesoro, la juramentación representa una estrategia más del régimen chavista para mantenerse en el poder a través de prácticas antidemocráticas y represivas.
Además, Estados Unidos elevó la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro a 25 millones de dólares, acusándolo de corrupción y narcotráfico. También se ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por Vladimir Padrino, ministro de Defensa venezolano. Esta decisión busca incentivar acciones legales internacionales contra los principales responsables de lo que Washington considera "un régimen ilegítimo y opresor".
La postura estadounidense está en línea con los esfuerzos del gobierno de Joe Biden por mantener la presión sobre Caracas, buscando que se lleven a cabo elecciones libres y justas. Este enfoque ha sido respaldado por otras naciones que también desconocen la legitimidad de Maduro como presidente.
Sanciones de Estados Unidos a altos cargos en Venezuela
Como parte de las medidas anunciadas tras la toma de posesión de Nicolás Maduro, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a ocho funcionarios venezolanos. Entre ellos destacan el presidente de la petrolera estatal PDVSA, el ministro de Transporte y el jefe de la aerolínea Conviasa. Estas sanciones incluyen el congelamiento de activos bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de realizar transacciones financieras en ese país.
El gobierno estadounidense señaló que estas personas desempeñan un papel clave en el aparato represivo del régimen chavista, permitiendo la violación de derechos humanos y la perpetuación de la crisis política. Estas acciones forman parte de un esfuerzo por mostrar solidaridad con el pueblo venezolano y presionar a las élites gobernantes para que cedan a un proceso de transición democrática.
Cabe destacar que no es la primera vez que Estados Unidos aplica sanciones de este tipo. En los últimos años, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ha sancionado a decenas de funcionarios y empresas vinculadas al gobierno de Maduro, en un intento por restringir su acceso a recursos financieros y diplomáticos.
¿Qué dijeron los demás países de la toma de posesión de Nicolás Maduro?
El rechazo hacia la toma de posesión de Nicolás Maduro no se limitó a Estados Unidos. La Unión Europea también expresó su condena al acto, anunciando un nuevo paquete de sanciones contra 15 personas relacionadas con el régimen. Estas medidas están dirigidas a individuos acusados de socavar la democracia y violar los derechos humanos en Venezuela, incluyendo a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia.
Por su parte, el Reino Unido también calificó de "fraudulento" el acto de juramentación. El Ministerio de Relaciones Exteriores británico emitió un comunicado en el que señaló que las elecciones que llevaron a Maduro al poder no fueron libres ni justas. Según el documento, el régimen chavista no representa la voluntad del pueblo venezolano y debe garantizar una transición política legítima.
En Venezuela, la Plataforma Unitaria, una coalición de partidos opositores, describió el evento como un "golpe de Estado" y reiteró su compromiso de luchar por el respeto a la soberanía popular. Según la oposición, Edmundo González, su candidato en las elecciones pasadas, debería ser quien asuma la presidencia. Además, denunciaron que Maduro continúa en el poder gracias al uso de la fuerza y al desconocimiento de la constitución nacional.