Las fascinantes prácticas de Macondo que pasaron de la ficción a la realidad en Colombia: tradiciones en Cien Años de Soledad
La práctica de comer tierra no está alejada de la realidad de los pueblos costeros de Colombia, quienes hasta ahora presentan graves índices de desnutrición en niños.
Tras el estreno de la serie "Cien Años de Soledad", varios internautas quedaron sorprendidos con la práctica de comer tierra de Rebeca Buendía, uno de los principales personajes de esta emblemática novela. Una usuaria de Tik Tok, llamada Marigabi compartió junto a su padre algunas vivencias familiares que este último recordaba, muchas semejantes a las descritas en la famosa novela de Gabriel García Márquez.
El padre de la joven rememoró su infancia en un pequeño pueblo del departamento de Sucre. Sus relatos parecían extraídos de las páginas del libro, ya que al pueblo solo se podía acceder cruzando un río en un bote conocido como "Johnson". Este testimonio contrasta la ficción con la realidad de los pueblos costeros, que en la década de los 80 enfrentaban pobreza extrema.
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Comer tierra: una realidad detrás de la ficción
La práctica de comer tierra, como la que realiza Rebeca Buendía en la novela, tiene un trasfondo real. El hombre relató que muchas familias, debido a la precariedad, entregaban a sus hijos a parientes o conocidos con la esperanza de que recibieran una crianza y alimentación que ellos no podían ofrecer. Esto evoca el origen de Rebeca Buendía, quien llegó a la casa de sus "tíos", José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, tras la muerte de sus padres.
Marigabi recordó que su abuela acogía en su hogar a varias niñas en la situación descrita, entre ellas una que sufría un avanzado estado de desnutrición. Su padre contó que aquella pequeña llegó a comer el verdín de las paredes, una especie de musgo que crecía en el callejón donde había una fuente de agua.
El padre explicó que este comportamiento era una respuesta fisiológica a la desnutrición que padecía la niña, una problemática que, lamentablemente, continúa afectando a muchos niños de los pueblos más pobres de la costa colombiana.
La llegada del hielo: otra conexión con Macondo
La llegada del hielo también guarda un paralelo entre la realidad y la ficción. Según el testimonio del padre de Maribagi, en los años 80 el pueblo no tenía electricidad, por lo que el hielo era transportado diariamente en un camión. "La diferencia es que no lo traían los gitanos", comentó la joven. La tía abuela de la familia, quien sufría de problemas de visión, reconocía el sonido del vehículo a la distancia y anunciaba su llegada con entusiasmo al pueblo.
Este relato trajo a la memoria de los lectores y televidentes la llegada del hielo a Macondo en las caravanas gitanas lideradas por Melquíades, un momento icónico de la novela. Rápidamente, internautas comentaron el video publicado por la joven, compartiendo experiencias similares vividas por sus abuelos y concluyendo que Gabriel García Márquez se inspiró en elementos de la realidad colombiana para dar vida a Macondo y sus costumbres.