23 años después del devastador incendio en Mesa Redonda que cobró 227 vidas: la tragedia del emporio comercial de Lima
A 23 años, Lima recuerda la tragedia de Mesa Redonda, donde 227 vidas se perdieron el 29 de diciembre de 2001. ¿Qué pasó con el emporio comercial tras el devastador incendio?
El evento en Mesa Redonda, que cobró la vida de tantas personas, puso a prueba la capacidad del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses del Ministerio Público. La médica legista Judith Maguiña Romero, parte del equipo forense, destacó la magnitud del desafío al que se enfrentaron, señalando que “la identificación de los cadáveres se convirtió en un desafío titánico” debido a la falta de un laboratorio de ADN en ese momento.
La situación se tornó crítica cuando, el 30 de diciembre, la Morgue Central de Lima recibió 150 cuerpos, superando rápidamente su capacidad. Con solo diez mesas disponibles para necropsias, el personal forense tuvo que realizar un monumental esfuerzo para identificar a 277 cuerpos en un plazo de tres días.
Incendio de Mesa Redonda de 2001
El incendio de Mesa Redonda de 2001, ocurrido el 29 de diciembre en la concurrida zona comercial del centro de Lima, Perú, es recordado como una de las mayores tragedias relacionadas con fuegos artificiales en la historia. A las 7:15 p. m., una demostración improvisada de un artefacto pirotécnico desató una explosión que rápidamente se transformó en una tormenta ígnea. Este incendio devastó cinco galerías comerciales en los jirones Cuzco y Andahuaylas, extendiéndose a otras cuatro manzanas en minutos.
El siniestro dejó un saldo oficial de 277 muertos, aunque las temperaturas extremas, que alcanzaron los 1200 °C, y una bola de fuego que recorrió las calles atraparon a decenas de personas, sugiriendo que la cifra real podría ser mayor. La estrechez del lugar y la congestión vehicular dificultaron las labores de los bomberos, quienes necesitaron refuerzos para controlar el fuego y rescatar a las víctimas.
Desafíos en la identificación de cuerpos
La doctora Maguiña recordó que “trabajamos incansablemente durante 12 horas continuas para atender la emergencia”, reflejando las arduas jornadas que vivieron. Uno de los mayores obstáculos fue la identificación de los restos, especialmente en aquellos cuerpos que se encontraban en un estado de carbonización irreconocible. “En un cadáver carbonizado no se pueden ver las huellas dactilares”, acotó Maguiña, lo que complicó aún más la labor de identificación.
Incendio de Mesa Redonda ocurrió el 29 de diciembre de 2001
A pesar de que algunos cuerpos asfixiados conservaban sus huellas, la ausencia de un laboratorio de ADN y la pérdida de identificaciones adhesivas durante el traslado por parte de la policía aumentaron las dificultades. Para hacer frente a la situación, el equipo forense solicitó apoyo a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para almacenar los cuerpos, dado el desbordamiento de la morgue.
Condiciones adversas y la respuesta institucional
Las condiciones en la zona, afectadas por el agua y la proximidad de una subestación eléctrica, obligaron a posponer los levantamientos de los cadáveres, que estaban bajo la supervisión de los fiscales. “Las condiciones del lugar obligaron a posponer los levantamientos”, afirmó Maguiña, resaltando la complejidad de la situación.
La tragedia de Mesa Redonda no solo dejó un saldo devastador en términos de pérdida de vida, sino que también evidenció la dedicación y el compromiso del cuerpo forense que respondió a la emergencia sin recursos adecuados. El laborioso proceso de identificación requirió extraordinarias habilidades analíticas y cooperación entre distintas instituciones para lograr finalmente reconocer a todas las víctimas.
¿Cuántas personas murieron en el incendio de Mesa Redonda?
El 29 de diciembre de 2001, en el centro comercial Mesa Redonda de Lima, Perú, se desató un trágico incendio que dejó un saldo devastador de 447 víctimas. Entre ellas, 277 personas fallecieron y 180 fueron reportadas como desaparecidas. Este lamentable suceso marcó un hito en la historia de la ciudad, evidenciando la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en lugares públicos concurridos.