Ciencia

Astrónomos descubren GJ 3998 d, una nueva supertierra en la zona habitable de una enana roja

Este exoplaneta orbita una enana roja y recibe un 20% más de radiación estelar que la Tierra, un factor que podría propiciar la existencia de agua líquida en su superficie.

El descubrimiento de GJ 3998 d refuerza la idea de que existen otros planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea. Foto: Gabriel Pérez Díaz/Instituto de Astrofísica de Canarias.
El descubrimiento de GJ 3998 d refuerza la idea de que existen otros planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea. Foto: Gabriel Pérez Díaz/Instituto de Astrofísica de Canarias.

Un grupo de astrónomos de alcance internacional ha descubierto un exoplaneta potencialmente habitable dentro de la zona habitable de una enana roja ubicada a 59 años luz de la Tierra. Conocido como GJ 3998 d, este planeta tiene una masa seis veces superior a la de nuestro planeta y completa su órbita en 41,8 días. Este descubrimiento podría aportar nuevas claves sobre la formación de mundos habitables en la galaxia.

La investigación, liderada por un equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), confirma que GJ 3998 d recibe un 20% más de radiación estelar que la Tierra, lo que podría permitir la existencia de agua en estado líquido si posee una composición rocosa. Este descubrimiento representa un avance clave en la exploración de exoplanetas cercanos y en la búsqueda de vida en el universo.

¿Qué caracteriza a GJ 3998 d y por qué es importante?

GJ 3998 d es un planeta de baja masa, lo que lo convierte en una supertierra, un tipo de exoplaneta más grande que la Tierra pero más pequeño que Neptuno. Su ubicación en la zona habitable sugiere que podría tener temperaturas adecuadas para la presencia de agua líquida. Al encontrarse en un sistema planetario con una enana roja, su estudio es crucial, ya que estas estrellas son las más abundantes en la Vía Láctea.

El hallazgo de GJ 3998 d también aporta información sobre la formación de sistemas multiplanetarios alrededor de estrellas enanas rojas. Este tipo de descubrimientos refuerza la hipótesis de que hay muchos planetas similares a la Tierra esperando ser detectados en nuestro vecindario cósmico.

 Recreación del planeta GJ 3998 d y su órbita. Foto: Gabriel Pérez Díaz/Instituto de Astrofísica de Canarias.

Recreación del planeta GJ 3998 d y su órbita. Foto: Gabriel Pérez Díaz/Instituto de Astrofísica de Canarias.

¿Cómo se detectó GJ 3998 d?

La detección de GJ 3998 d fue posible gracias al proyecto HADES, un esfuerzo internacional dedicado a la búsqueda de exoplanetas en torno a enanas rojas. Para ello, los astrónomos utilizaron el Telescopio Nazionale Galileo (TNG), ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma. Esta técnica permite medir pequeñas variaciones en el movimiento de la estrella causadas por la presencia de planetas a su alrededor.

El avance de la tecnología en espectrografía y la mejora en la precisión de los telescopios facilitarán la identificación de más exoplanetas con características similares en el futuro.

¿Qué sigue en la investigación de GJ 3998 d?

El descubrimiento de GJ 3998 d abre la puerta a nuevos estudios sobre su atmósfera y composición. Gracias a tecnologías en desarrollo, como el espectrógrafo ANDES del Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de la ESO, los científicos podrán analizar si su atmósfera contiene oxígeno u otros biomarcadores.

Además, el Exo Life Finder (ELF), dirigido por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), también participará en la investigación en los próximos años. Estos avances podrían acercar a la ciencia a responder una de las preguntas más importantes: ¿estamos solos en el universo?