EN VIVO: así se desarrolla el paro de transportistas en diversos puntos de la capital
Agencias

Los filtros de microplásticos para lavadoras, un avance pero no una panacea


Equipar la lavadora con un filtro para reducir la difusión de los miles de microplásticos contenidos en las prendas de fibras sintéticas puede reducir parcialmente esta contaminación, aunque sin eliminarla completamente.

Según la ONU, estas fibras derivadas del petróleo, como el poliéster, el nailon o el elastano, se encuentran en casi el 60% de los productos textiles nuevos.

Por ello, están llenas de pequeños fragmentos de plástico que miden hasta cinco milímetros de largo y que se propagan muy fácilmente en el agua.

Así, un solo lavado de ropa de acrílico puede liberar más de 700.000 fibras de microplásticos, y más de 500.000 si es de poliéster, según un estudio realizado en 2016 por la Universidad británica de Plymouth.

Una parte de estos residuos atraviesa los sistemas de las estaciones depuradoras, terminando en ríos y océanos.

La primera evaluación mundial sobre el tema, publicada en 2017 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), atribuyó el 35% de las emisiones de microplásticos en el mar al lavado de textiles sintéticos.

Sin embargo, "esta estimación se ha revisado a la baja, entre un 10 y un 15%, debido a que han surgido otras fuentes, en particular la pintura y el desgaste de los neumáticos", matiza Julien Boucher, coautor del informe.

El reto sigue siendo considerable, y equipar la lavadora con un filtro de microplásticos puede representar una de las soluciones.

Ya hay grandes marcas que los ofrecen, integrados en el aparato al comprarlo o como instalación externa.

Este dispositivo -a veces fabricado con plástico reciclado según algunos fabricantes- está diseñado especialmente para retener partículas muy finas.

Al mismo tiempo, se supone que no libera sus propios fragmentos.

"Estas tecnologías son exigentes para el consumidor, con un beneficio ambiental que aún no se ha cuantificado", advierte, sin embargo, Paolo Falcioni, director general de APPLiA, una asociación que representa a los fabricantes europeos de electrodomésticos.

La Inspección General de Medioambiente y Desarrollo francés (IGEDD) señaló, en un informe de 2023, dificultades prácticas "que requieren una fuerte implicación del usuario de la máquina", como la limpieza de los filtros.

- "Ultra fast-fashion" -

Según Julien Boucher, miembro del gabinete de asesoría medioambiental Earth Action, el problema en realidad radica antes, "a nivel de la industria textil".

"El tipo de ropa, el material o incluso el tejido tienen gran influencia sobre la cantidad de microplásticos que son volcados al medio ambiente".

"El principal desafío es la 'ultra fast-fashion', no la instalación de filtros en las lavadoras", afirma, refiriéndose al segmento de la industria textil caracterizado por una renovación muy rápida de las prendas.

"Las microfibras se liberan a lo largo de todo el ciclo de vida de los textiles", recuerda Francesca De Falco, investigadora especialista en materiales de la Universidad de Bayreuth, en Alemania.

"Si actuamos al nivel del diseño y la producción textil, podremos reducir estas emisiones tanto durante el uso como en el lavado".

"La cadena logística establecida en este sector para garantizar los precios más bajos complica la adopción de cualquier decisión sobre ecodiseño", observa, sin embargo, la agencia francesa IGEDD.

Este organismo recomienda luchar "contra el exceso de consumo textil mediante la información sobre el impacto ambiental de los productos textiles sintéticos", así como fomentar "la reutilización y reparabilidad de los productos textiles".

Unas recomendaciones consideradas "insuficientes" por Muriel Papin, portavoz de la ONG No Plastic In My Sea. En su opinión, sería necesaria "una ley para prohibir los productos textiles más contaminantes".

ebl/jum/jz/zm