El jefe del Estado Mayor israelí dimite por el "fracaso del 7 de octubre"
El jefe del Estado Mayor israelí presentó este martes su dimisión por su "fracaso" en impedir el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en Israel, tres días después del inicio de una frágil tregua en Gaza.
El general Herzi Halevi reconoció su "responsabilidad en el fracaso del ejército el 7 de octubre" y pidió poner fin a sus funciones "en un momento en que las fuerzas armadas se anotan éxitos significativos en todos los frentes".
Halevi, cuya renuncia se hará efectiva el 5 de marzo, matizó no obstante que "no se han alcanzado todos" los objetivos de la guerra, tras más de 15 meses de conflicto.
Desde el inicio de la guerra, las fuerzas israelíes mataron a cerca de "20.000 agentes" del movimiento islamista palestino, indicó horas después de anunciar su dimisión.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, de la formación centrista Yesh Atid (Hay un Futuro), aprovechó la dimisión para pedir la del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y de "todo su catastrófico gobierno".
Netanyahu prometió al inicio de la ofensiva aniquilar a Hamás y rescatar a todos los rehenes.
El conflicto se desató el 7 de octubre, cuando comandos islamistas atacaron el sur de Israel y mataron a 1.210 personas, mayoritariamente civiles, según un recuento de AFP en base a datos oficiales israelíes.
Los milicianos también capturaron ese día a 251 personas, de las cuales 91 siguen cautivas en Gaza, incluidas 34 que el ejército da por muertas.
En respuesta, Israel lanzó una férrea ofensiva en Gaza que ya dejó 47.107 muertos, principalmente civiles, según datos del Ministerio de Salud del ejecutivo de Hamás que gobierna este territorio palestino. La ONU considera que estas cifras son fiables.
Hamás liberó el domingo a tres rehenes israelíes, en virtud del acuerdo de tregua impulsado con la ayuda de Catar, Egipto y Estados Unidos. Israel liberó 90 palestinos a cambio.
- "Buena fe" -
El movimiento liberará a otras "cuatro mujeres israelíes" el sábado, a "cambio de un segundo grupo de presos palestinos", indicó el martes a AFP Taher al Nunu, un alto cargo de Hamás, catalogado como organización "terrorista" por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
Los canjes de rehenes israelíes por presos palestinos se producen tras un año de arduas negociaciones indirectas. El primer intercambio se produjo en la víspera de la investidura de Donald Trump para su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.
El primer ministro de Catar, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, pidió a Israel y Hamás demostrar "buena fe" para aplicar el acuerdo de tregua y alcanzar "la fase dos", que consiste en un "alto el fuego permanente".
Un portavoz de la diplomacia catarí advirtió que cualquier violación o decisión política puede conducir al "colapso" del acuerdo.
Trump --que se atribuyó el mérito del acuerdo de alto el fuego-- afirmó que duda de que el pacto se mantenga.
"No es nuestra guerra, es su guerra. Pero no confío", declaró el mandatario republicano.
La primera fase del pacto prevé la liberación de unos 1.900 palestinos encarcelados por Israel a cambio de 33 rehenes israelíes retenidos en Gaza, así como la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
No obstante, hay incertidumbre sobre lo que viene, ya que durante esta fase, de 42 días, se negociarán las modalidades de la segunda etapa, que debería permitir la liberación de los últimos rehenes.
Si las dos primeras etapas del acuerdo se desarrollan según lo previsto, la tercera y última prevé la reconstrucción de Gaza y la devolución de los cuerpos de los rehenes muertos.
- "Sólo ruinas" -
El lunes ingresaron a la Franja de Gaza 915 camiones, según la ONU. Gaza está sometido a un cerco israelí casi desde el inicio del conflicto y hay una aguda escasez de agua, alimentos, medicamentos y combustible.
Además de la falta de insumos básicos, la casi totalidad de los gazatíes se han visto obligados a abandonar sus hogares por los bombardeos y los combates.
Miles de desplazados emprendieron el domingo el penoso camino de regreso a sus casas.
"Ya no queda nada de nuestra casa, solo escombros, pero es nuestra casa", lamentó Rana Mohsen, de 43 años, al volver a Jabaliya, en el norte del territorio.
Según la ONU, la reconstrucción del territorio, donde casi el 70% de la infraestructura ha quedado dañada o destruida, llevará hasta 15 años y costará más de 50.000 millones de dólares.
La guerra en Gaza reavivó también la violencia en Cisjordania. Al menos diez palestinos murieron el martes en una importante operación militar israelí en el campo de refugiados de Yenín, indicó la Autoridad Palestina, que administra parcialmente este territorio ocupado por Israel desde 1967.
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