Brasil se prepara para el "impacto" de la retirada ambiental de EEUU en la COP30
Brasil, que en noviembre será sede de la conferencia ambiental de la ONU COP30 en la Amazonía, expresó este martes su preocupación por la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo de París.
El mayor país de América Latina avanza en los preparativos para organizar la cumbre en la ciudad amazónica de Belém: el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva nombró al diplomático André Correa do Lago como presidente de la COP30.
Y el gobierno rápidamente tuvo que responder al anuncio realizado la víspera por el nuevo mandatario estadounidense, que ya había retirado a su país del acuerdo climático durante su primer mandato (2017-2021).
"Estamos todavía analizando las decisiones del presidente Trump pero no hay la menor duda de que tendrá un impacto significativo en la preparación de la COP y en la manera en que vamos a tener que lidiar con el hecho de que un país tan importante se está desligando de este proceso", dijo a periodistas Correa do Lago, un experto en desarrollo sostenible.
El designado por Lula resaltó que Estados Unidos, principal potencia económica y uno de los mayores contaminantes mundiales, es un "actor esencial" en la lucha contra el cambio climático.
"Pero no quiere decir que necesariamente ese acuerdo (de París) no pueda encontrar una forma de sortear su ausencia", afirmó.
Mientras Washington abandona la diplomacia ambiental, Lula busca erigirse como un líder de la lucha contra el calentamiento global.
El presidente brasileño, de 79 años, puede jactarse de una caída de la deforestación en la Amazonía durante su gobierno, aunque a la vez defiende el derecho de su país a ampliar la explotación de hidrocarburos.
Brasil también aumentó su meta de reducción de emisión de gases de efecto invernadero.
- "COP histórica" -
"Haremos una COP30 histórica por un futuro más justo y sostenible para nuestro planeta", dijo el mandatario de izquierda en X.
Tras su designación, Correa do Lago se manifestó confiado de que Brasil tendrá "un papel increíble" en esta conferencia del clima.
En la COP30, la diplomacia brasileña impulsará un aumento de la ayuda financiera de los países desarrollados para apoyar a los países en desarrollo en su transición energética, un objetivo no cumplido en la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, en 2024.
Y también incluirá en el debate la "cuestión de la adaptación", que figuró con preponderancia en Brasil el año pasado, especialmente tras las fuertes inundaciones en el sureño estado de Rio Grande do Sul.
Secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Correa tuvo especial protagonismo en la COP29. Entre 2011 y 2013 fue jefe negociador de Brasil en las reuniones de la ONU sobre el clima.
La ONG Observatorio del Clima recibió con "satisfacción" el nombramiento de un "diplomático experimentado con profundo conocimiento de las negociaciones multilaterales sobre clima".
Pero advirtió que la demora de Lula en anunciar su designación indica cierta falta de "consenso" en el gobierno sobre la "relevancia" de la COP, lo que "crea una presión adicional de tiempo para el armado de la agenda" de la conferencia.
La COP30, que marcará los diez años de los acuerdos de París sobre el clima, será ocasión para pasar revista a los últimos compromisos de los países para reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero.
Los países tienen hasta febrero para someter a las Naciones Unidas la revisión de sus objetivos climáticos de aquí a 2035.
Según el observatorio europeo Copernicus el año 2024 fue el más cálido en los registros y fue el primero en superar la cota de calentamiento de 1,5°C con respecto al periodo preindustrial (1850-1900).
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