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División en espionaje de EEUU sobre si potencias rivales pueden causar "Síndrome de La Habana"


Dos agencias de espionaje de Estados Unidos creen posible que potencias extranjeras tengan la capacidad tecnológica para provocar el misterioso "síndrome de La Habana", pero cinco lo descartan, según la actualización de un informe publicada este viernes.

Los primeros casos de lo que los estadounidenses denominaron "síndrome de La Habana" surgieron en Cuba en 2016, con quejas de hemorragias nasales, dolor de cabeza y náuseas de miembros del personal diplomático, según las autoridades. Entonces sospecharon de que Rusia u otro país llevaron a cabo campañas contra funcionarios estadounidenses.

También hubo quejas de dolencias inexplicables por parte de funcionarios estadounidenses en China, Rusia, Europa e incluso Washington, lo cual motivó una investigación más a fondo del gobierno.

En 2023 las agencias de inteligencia estadounidenses consideraron "muy improbable" que una potencia extranjera o un arma hayan provocado este "síndrome".

Cinco siguen pensando que es "muy poco probable" y "apuntan a la ausencia de participación extranjera", se lee en la actualización.

Pero dos "modificaron sutilmente su juicio general sobre si un actor extranjero podría haber desempeñado un papel en un pequeño número de casos", añade sin especificar el nombre de las agencias.

Estos cambios se basan en informes sobre progresos en la investigación científica y el desarrollo de armas.

Una de las dos juzga que existe "aproximadamente la misma probabilidad de que un actor extranjero haya utilizado una nueva arma o un dispositivo prototipo para causar daños a un pequeño subconjunto indeterminado del personal" estadounidense que denunció síntomas médicos o fenómenos sensoriales como incidentes de salud anormales, afirma.

La otra coincide en que existe "aproximadamente la misma probabilidad" de que una potencia extranjera "lo hayan desarrollado" pero sigue considerando poco probable que lo "haya desplegado".

Los científicos han multiplicado las hipótesis sobre el "síndrome de La Habana", sin aportar una explicación.

En 2022, un informe de expertos afirmaba que, en algunos casos, el presunto síndrome pudo deberse a ondas electromagnéticas. La Habana ha desmentido en reiteradas ocasiones cualquier ataque de ese tipo.

En un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett, afirmó este viernes que "al igual que con otros problemas de salud a los que se enfrentó el personal estadounidense y que tardaron años en diagnosticarse, es necesario un trabajo clínico, de investigación y de investigación sostenido para aclarar qué causó los síntomas".

Según Savett el gobierno del presidente saliente Joe Biden informará a la administración del presidente electo Donald Trump "sobre el alcance completo del trabajo en curso que debe continuar".

Y sobre otras áreas de enfoque recomendadas por el panel de expertos de la comunidad de inteligencia, "que encontró que un subconjunto de incidentes de salud anómalos no puede explicarse fácilmente por condiciones ambientales o médicas conocidas y que la energía electromagnética o acústica pulsada sigue siendo una explicación plausible en ciertos casos".

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