La Libertad: 44 menores sicarios y extorsionadores fueron intervenidos este año
Coronel PNP Víctor Revoredo advierte que factores económicos, psicológicos, sociales y educativos los hacen vulnerables y que las redes criminales los instrumentalizan desde que son pequeños.
Carlos es un niño de 14 años, y en la policía ya se registra infracciones por hurto, violencia intrafamiliar, uno por lesiones personales y otro por extorsión. Aroni, de 15 años, ha sido intervenido tres veces por la Policía por cobro de cupos, intento de asesinato y violación.
Ellos son parte de los 44 menores de edad que fueron captados, entre enero y noviembre, por organizaciones criminales en La Libertad y utilizados para el cobro de cupos de extorsiones y el sicariato. Esa cifra superó a los 33 menores detenidos en el 2023 (+27.27%), según la Región Policial de esa jurisdicción.
En conversación exclusiva con La República, el coronel Víctor Revoredo Farfán, jefe del Grupo Especial Contra la Criminalidad Nacional y Extranjera, explicó que los menores son reclutados principalmente en campos o losas deportivas y les ofrecen entre 100 y 150 soles para convertirlos en ‘bomberitos’.
Este oficial acaba de graduarse en una Maestría en Desarrollo y Defensa Nacional en el Centro de Altos Estudios Nacionales-EPG, sustentó con éxito su tesis y obtuvo el grado académico de Maestro con el tema “Factores que Inciden en la Proliferación del Sicariato Juvenil en el Perú, caso Lima Metropolitana, año 2023”.
— ¿Cuáles son los principales factores que generan esta problemática?
A estos jóvenes que participan en el crimen los mueve la cultura del dinero fácil (...) El tráfico de estupefacientes es un fenómeno altamente atractivo por los dividendos que genera
— ¿Esto quiere decir que el factor económico resulta primordial?
Las carencias económicas en los hogares los hace vulnerables. Los adolescentes tienen fácil acceso a dinero manchados de sangre.
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— Cada vez hay mayor cantidad de jóvenes que toman la mala decisión de enfilarse en un delito que, a la final, ha dejado más muertes y capturas que ‘ricos’ emergentes. En este sentido, ¿qué aspectos psicológicos causan esta problemática?
La mala convivencia, hogares disfuncionales, padres internados en penales, son muchos casos. En Trujillo están por ejemplo Los Pulpos, Gringasho o el caso de Caracol, en el Callao.
— La incursión de los jóvenes en el crimen no solamente se da en calidad de victimarios, sino que, además, terminan como víctimas de homicidios asociados a disputas entre actores criminales. ¿Cómo analizar entonces la delincuencia juvenil?
Hay una desconexión con el sistema educativo o de programas y brigadas escolares (...) Analizar las circunstancias que llevan a los jóvenes a delinquir es muy complicado, porque un gran porcentaje de ellos enfrentan condiciones de vida precarias, las cuales se van intensificando a medida que va pasando el tiempo, y ven cómo sus posibilidades de acceso a la educación se reducen y la pobreza en sus territorios aumenta.
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En muchas ocasiones, los reclutan o enganchan desde que son unos niños, ofreciéndoles una oportunidad laboral o bajo la extorsión y la amenaza (...) Los instrumentalizan las redes criminales desde muy chiquitos o siendo menores de edad, en el entendido de que pueden delinquir, pero que van a ser juzgados desde otra óptica, sin ir a la cárcel, lo que en su concepto es un buen negocio para los criminales, porque los inducen a actividades criminales y quedan sin castigo.
El coronel Revoredo resaltó que la Policía ha diseñado programas de prevención y contención del delito.“Su fin es orientar a la población de adolescentes y jóvenes en el respeto a la ley, sus implicaciones”, subrayó finalmente.