Opinión

Lima entre Shanghái y Washington, por Augusto Álvarez Rodrich

Perú debe tener posición sobre tensión creciente EE. UU.-China.

AAR
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The Financial Times le puso luz esta semana a la preocupación de Washington por la participación creciente de China en actividades económicas estratégicas peruanas como el puerto de Chancay, la electricidad –incluyendo toda la distribución en Lima–, minería y construcción, entre otras, un asunto relevante en el que el Perú debería tener posición definida, y en el que parece que, como en todo lo relevante para su largo plazo, todavía carece.

El artículo de Michael Scott y Joe Daniels cita a una alta autoridad de Washington cuya identidad no es revelada –que es como la diplomacia informa de lo trascendente–, y precisa que un vocero de la PCM no respondió al pedido de FT para tener un comentario.

Parece que mientras Shanghái avanza y Washington se preocupa, Lima no sabe qué hacer más allá de ratificar que el Perú es una plaza abierta a toda inversión que cumpla la ley y que el problema supuesto de la invasión económica china se arreglaría si Estados Unidos también se pusiera las pilas, lo que hace tiempo no está ocurriendo.

El Perú es hoy uno de los principales destinos de la inversión china en la región, con unos US$30 mil millones, solo detrás de la realizada en Brasil. Y seguirá creciendo. Le pregunté por qué hace poco al embajador chino en Lima, y su respuesta fue que “Perú es país muy estable”, aludiendo a la política económica. Desde la perspectiva temporal asiática, sin duda.

Washington cree que los contratos con las empresas chinas no impiden su uso militar en caso de conflicto bélico.

A Shanghái los asuntos vinculados al debilitamiento de la democracia no la inquietan. A Washington tampoco, a la luz de la esperanza frustrada que los promotores del ‘Dina asesina’ tuvieron por una carta de quince congresistas del capitolio al departamento de estado, respondida poco después con una carta amable de Joe Biden a la presidenta peruana.

La tensión económica entre Estados Unidos y China es inevitable y será creciente, por lo que Torre Tagle debería establecer una posición con inteligencia, pragmatismo y visión de largo plazo, para lo cual sería muy conveniente pedirles consejo a los excancilleres senior del Perú, con el fin de establecer una estrategia nacional.