Contreras a la recesión y la obsesión, por Augusto Álvarez Rodrich
El titular del MEF debería escoger mejor a sus enemigos.

Hace bien el ministro Alex Contreras al tener mayor presencia pública, pues el difícil momento económico demanda liderazgo para movilizar esfuerzos, pero se equivoca al escoger mal a los enemigos.
Enemigos tiene, sin duda, pero el comando anti-Dina opera en el frente político, no en el económico cuya lógica es distinta. “Hay gente que quiere que este gobierno fracase y tratan de posicionar mensajes negativos que hacen mucho daño al Perú porque mienten, pero felizmente la estadística no miente”, señaló el titular del MEF.
Agregó que “hay un grupo de economistas obsesionados con decir que la economía está en recesión, y la economía no está ni ha entrado en recesión, hay una discusión metodológica de segundo trimestre consecutivo, pero eso no existe en ninguna parte del mundo, las definiciones en economía no son tan mecánicas, el punto central es que se han sufrido shocks de alto impacto —Niño, conflictividad social, ausencia de temporada de pesca, crisis de fertilizantes—, pero hay gente obsesionada con que nuestra economía se está hundiendo cuando es todo lo contrario, estamos saliendo de una crisis con un gobierno que apuesta por la inversión y el crecimiento”.
Hay una discusión conceptual sobre qué es una recesión, siendo la definición usual la de dos trimestres consecutivos de caída del PBI, que es lo que está ocurriendo en el Perú. El primer semestre de 2023 ha sido —descontando el de pandemia— el peor de las últimas dos décadas en el Perú.
El momento actual es muy complicado para las familias, dentro de un proceso de degradación que empezó en 2016 con la turbulencia política que fue erosionando la perspectiva económica, a lo que se añadieron las plagas de la pandemia, Pedro Castillo, invasión de Rusia, Yaku, etc. Como consecuencia, la pobreza sigue aumentando.
En vez de andar discutiendo con economistas y hasta con el Consejo Fiscal, el ministro Contreras —un profesional solvente y capaz— debería abocarse a resolver las trabas para la inversión privada, que es lo único que ayudará a salir del marasmo en que se encuentra la economía peruana, discutiendo —eso sí— con quienes la quieren parar por razones ideológicas o interesadas.