Congresistas electrónicos, por Mirko Lauer
"A estas alturas medio Perú político y empresarial ha viajado a China, por diversos motivos. Que 12 funcionarios públicos (seis congresistas) lo hagan no debería sorprender a nadie. Un problema está en que para la opinión pública el Congreso es sospechoso de partida".

A estas alturas medio Perú político y empresarial ha viajado a China, por diversos motivos. Que 12 funcionarios públicos (seis congresistas) lo hagan no debería sorprender a nadie. Un problema está en que para la opinión pública el Congreso es sospechoso de partida. Otro problema es que ninguno de esos 12 tiene la capacidad o el deseo de explicar el viaje.
Si hemos entendido bien, se trató de una feria de la industria electrónica china, lo cual debería significar ofertas de nuevos productos en el ramo. Que las empresas quieran ilustrar a legisladores no es en sí nada censurable, mientras eso se mantenga en el terreno del conocimiento. Nada ha sucedido en sentido contrario.
Pero para el periodismo crítico ha sido un festín. 12 personas ya de por sí es un número grande. El grupo es variopinto, lo cual tampoco ayuda. 12 días de paseo (la feria duró dos o tres días) parece excesivo. Luego están las versiones sobre importantes marcas electrónicas que asistieron a la feria y operan en el país.
Entre la agresividad del periodismo y la perfecta incapacidad de los viajeros para explicarse, y la frecuencia con que se detectan inconductas en el Congreso, la cosa empieza a hundirse en el misterio. ¿Hay alguna ley electrónica atracada en el Legislativo? ¿Son los viajeros una suerte de prelobby en el tema?
En términos generales la invitación a funcionarios públicos, elegidos o no, a una localidad lejana con todos los gastos pagados es un género que siempre levanta una ceja. Es cierto que se puede pecar de exceso de suspicacia. Pero estos son congresistas, no lo olvidemos, que se mueven con una ínfima aprobación ciudadana.
En verdad al país le interesa que los funcionarios se vinculen con el mundo exterior. Lo que tendrían que hacer los 12 viajeros en este caso es emitir algún tipo de escrito sobre qué vieron, qué aprendieron y cómo podrán aplicarlo al trabajo parlamentario. Algo que debería darse después de cada viaje, nacional o de fuera.
Sobre el posible lado sombrío del periplo, cabe anotar que no hay nada que los influencers de fuera no puedan hacer en territorio peruano. Si el tema es ejercer influencia, pasear a los congresistas solo produce miradas indiscretas de los medios y el público. Si la gira era un regalo, los hay más discretos.