Opinión

Inflación mundial que nos complica

"Decisiones de políticas económicas internas, se sujetan también al devenir de la economía internacional”.

Kurt Burneo
Kurt Burneo

Un asunto de preocupación para todos es la inflación. La inflación como concepto simplificado es el aumento del índice de precios al consumidor en el tiempo, este índice basado en el promedio ponderado de los distintos bienes y servicios contenidos en una canasta de consumo promedio.

El caso es que estas sostenidas alzas de precios ocurren hoy en casi todo el mundo, y para enfrentar este adverso evento, correspondientemente los bancos centrales han venido generando, alzas de sus tasas de interés de referencia buscando encarecer el costo del crédito. Creo que resultará interesante referir algunas implicancias sobre nuestra economía, de estos extendidos encarecimientos.

Varios bancos centrales continuaban aumentando recientemente sus tasas de interés de referencia (tasa de política monetaria) como el caso de Suiza, Reino Unido y EE. UU.; en medio de inciertas expectativas sobre lo que pasará en el sistema financiero internacional. Cuando los bancos centrales al encarecer el crédito, lo que buscan es quitarle la vida al consumo, la inversión y así al gasto en la economía, con ello lo que se pretende, es que no se puedan validar precios más altos, pero a la vez se limita la dinámica productiva en el corto plazo.

Dado lo descrito, los inversionistas se preguntan ¿cuánto más los bancos centrales podrán seguir con estas elevaciones del costo del crédito (política monetaria restrictiva)?, en medio del ruido financiero generado por la quiebra de algunos pequeños bancos en EE. UU. Silicon Valley Bank (SVB), con sede en California, y Signature Bank, con sede en Nueva York, que suscitó una mayor preocupación por la exposición de los inversores a un sector bancario con fisuras.

 Al movido entorno financiero gringo, se suma la absorción del Crédit Suisse por parte del UBS en Europa, luego que el Banco Nacional Suizo había promovido la absorción ofreciendo garantías por  US$ 280,000 millones; cabe mencionar que el Banco Nacional de Suiza ya había previamente subido su tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos.

En similar línea precautoria, por el lado de EE. UU., su banco central (FED) anunciaba –en medio de una desaceleración económica– la posibilidad de pausar nuevos incrementos en los costos de endeudamiento, a manera de acción prudencial, luego de la caída de los dos bancos gringos antes mencionados, alejando la posibilidad de ocurrencia de un efecto dominó por el contagio en el sistema bancario.

En el caso del Perú, muy al margen que la inflación anualizada a febrero es de 8.65% sea bastante más alta que el límite superior del 3% establecido por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), a diferencia de lo que sucede en EE. UU. y Europa, al interior de los componentes en bienes y servicios  de la canasta, la volatilidad  de los precios es mucho más alta en nuestro caso, a manera de referencia, la inflación anualizada de alimentos y bebidas a febrero es de 13.2% esto es un 53.6% más alta que el promedio 8.65%.

Mención aparte, es que a febrero continuaría acelerándose la inflación anualizada en este rubro, iniciada en junio de 2021.  

Debo  referir que la pausa en los dos últimos meses de subidas en la tasa de interés de referencia por nuestro banco central, dada la previsible continuidad de alzas en las tasas de interés externas, generaría la necesidad de retomar las alzas en la tasa de interés de referencia local, pero probablemente en menor magnitud y más espaciadas en el tiempo, no tanto por la inflación que ya comenzaría  paulatinamente a descender (ayudada por un abaratamiento del dólar en -5.8% entre marzo 2023 y diciembre de 2021), sino porque tasas de interés locales comparativamente reducidas, podría implicar el riesgo de importantes y desordenadas salidas de capitales.

En suma, decisiones de políticas económicas internas, se sujetan también al devenir de la economía internacional, entorno sobre el que, si bien no tenemos control, si podemos –y tenemos que– identificar condicionantes futuros.