¿Y la Cancillería?, por Inés Flores
“Ante esta abusiva y falaz injerencia extranjera, hay que reclamar un papel más activo y enérgico a la Cancillería peruana”.

La corriente del socialismo del siglo XXI, o chavismo a secas, la ha emprendido contra el Perú a favor del expresidente Pedro Castillo y contra el Gobierno constitucional de Dina Boluarte. Los presidentes de México, Bolivia, Colombia, Chile y Honduras han incurrido, inclusive, en grosera injerencia en los asuntos internos de nuestro país.
La más reciente embestida viene del mandatario chileno Gabriel Boric, quien en la reciente Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) habló de violaciones de los derechos humanos en el Perú. El Gobierno peruano protestó. Pero Boric, lejos de disculparse, insistió con una figura retórica: “Tengo un solo estándar en materia de DDHH”.
Bien. Pero si Boric tiene “un solo estándar en materia de DDHH”, como ha dicho, sorprende que no despliegue elocuencia para condenar las tiranías que gobiernan Venezuela, Nicaragua y Cuba. El tema es relevante en la medida que uno de los concurrentes a la cita de la CELAC, como el presidente uruguayo Luis Lacalle, dijo que no deberían estar allí “países que no respetan la democracia, instituciones y derechos humanos”, en alusión al régimen cubano, el único de los presentes señalado por tener la mayor cantidad de presos políticos de América. Boric se mantuvo mudo.

PUEDES VER: ¿Quién fue Manuel Bonilla, el niño de 13 años que luchó contra Chile y cuyo cuerpo nunca fue encontrado?
Ante esta abusiva y falaz injerencia extranjera, hay que reclamar un papel más activo y enérgico a la Cancillería peruana. Se ha impuesto la narrativa de que Pedro Castillo ha sido víctima de un golpe parlamentario y que ahora está secuestrado. Bien harían nuestras embajadas, para refutar esas patrañas, en difundir el vídeo en el que Castillo lee su manifiesto golpista y luego emprende su huida a la embajada de México.