Doceava abre su segundo local en San Luis y presenta plato bandera: el Dúo Norteño
William Ramírez, chef y socio fundador, resalta o mejor de su carta y señala que se puede encontrar platos precio accesibles en su local en la Videna.

La Doceava, conocido por su comida marina y norteña, acaba de abrir su segunda sede y esta vez en el distrito de San Luis, ubicada estratégicamente en la puerta 10 de La Videna, con una propuesta fresca, deliciosa y accesible para todos los paladares.
La marca, fundada hace cinco años en Surquillo, da un nuevo paso en su expansión y planea seguir creciendo en Lima. “El negocio tiene solo dos meses inaugurado en La Videna, pero ya sentimos que era el momento de dar un siguiente paso. San Luis es un distrito que quiero mucho, viví aquí y regresar para abrir un restaurante tiene un valor emocional especial”, comenta William Ramírez, chef y socio fundador de la Doceava.
La historia de cómo llegaron a La Videna también tiene un toque de destino. Inicialmente, se les ofreció un pequeño espacio como concesionario. “Pero no era lo que buscábamos. Nosotros somos más un restaurante. Y en esa reunión alguien mencionó que había un local en la parte trasera que aún no se concesionaba… lo vimos y me enamoré desde el primer día”, recuerda William.
Desde su inauguración el pasado 17 de febrero, la sede de San Luis viene creciendo con la acogida, especialmente gracias a su terraza amplia, su atención personalizada y su innovadora propuesta gastronómica. Uno de los platos más solicitados es el pescado a la parrilla al carbón, que los comensales eligen directamente desde la vitrina con pesca del día como chita, corvina o lenguado.
Además, el restaurante ofrece una alternativa creativa: dos preparaciones por un solo precio. “Por ejemplo, puedes comer un ceviche con pescado a la parrilla, o un sudado con parihuela. Eso ha encantado a nuestros clientes”, afirma William.

El plato bandera
Uno de los mayores éxitos del restaurante es el Dúo Norteño, una combinación de ceviche de pescado con arroz con mariscos a la chiclayana, preparado con zapallo loche rallado, chicha de jora y ají amarillo. Lo curioso es que este plato nació por casualidad.
Uno de los pilares de la Doceava es mantener precios accesibles sin perder calidad. “Tenemos alternativas para dos tipos de públicos: quien te puede pagar un pescado entero a 100 soles en dos preparaciones, y quien tiene 30 o 35 soles. La idea es que todos puedan disfrutar”, señala Ramírez.
La carta incluye platos que oscilan entre 35 y 50 soles, como el arroz con pato del corral con papa a la huancaína al estilo norteño (en versión batida, tipo causa), o clásicos marinos reinventados con sabores del norte.
Durante la semana, el restaurante marino mantiene su horario de martes a domingo, de 9 a.m. a 5 p.m., y presenta su carta especial, comenta William, quien por años también trabajó al lado de Gastón Acurio.
La Doceava ya planea abrir una tercera sede. “En cinco años me veo disfrutando de todo lo que he logrado. Estuve 25 años trabajando para otros, y cuando abrí mi restaurante propio, llegó la pandemia con solo seis meses de operación. Aun así, no solo sobrevivimos: duplicamos el tamaño del local en plena pandemia. Eso habla de lo que somos como peruanos, luchadores”.
La información presentada en este espacio fue proporcionada por terceros y no necesariamente reflejan el punto de vista de La República.