Decreto de Trump que ataca a personas trans incitaría a líderes autoritarios a tomar medidas similares, afirma asociación LGBTI
Trump afirmó que la nueva política gubernamental de su gobierno solo reconocerá "dos géneros: masculino y femenino". La directora ejecutiva de ILGA Mundo, Julia Ehrt, critica la decisión y afirma que quieren "convertir en chivo expiatorio a las personas trans" y dificultar sus vidas.
En su primer día como 27° presidente de Estados Unidos, Donald Trump confirmó su agenda contra la diversidad de género, tras afirmar que la nueva política gubernamental de su gobierno solo reconocerá "dos géneros: masculino y femenino". Además, advirtió que "pondrá fin a la política gubernamental de intentar diseñar la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada", frente a los mayores líderes tecnológicos y presidentes del mundo en el Capitolio.
En entrevista con La República, Julia Ehrt, directora ejecutiva de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA Mundo), afirmó que Trump ha decidido “convertir en chivo expiatorio a las personas trans” con políticas que “pretenden hacer más difícil sus vidas” en un país donde alrededor de 1,3 millones de adultos y 300.000 jóvenes de 13 a 17 años (1,4%) se identifican como transgénero, según el Instituto Williams, un think tank de la Universidad de California.
Trump “menosprecia décadas de lucha de las mujeres por la igualdad y el empoderamiento”
—¿Cómo evalúa ILGA las declaraciones de Trump en términos de derechos humanos internacionales y su relación con las obligaciones de Estados Unidos bajo tratados?
—La interpretación de los tratados internacionales de derechos humanos de los que EE. UU. es parte —dictada por los órganos que monitorean los tratados, como la Convención contra la Tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos— aclaran que la obligación de los Estados incluye proteger a las personas de la violencia y la discriminación por motivos de identidad de género.
Además, la eliminación de los documentos de orientación destinados a combatir la violencia, la discriminación y el acoso en las escuelas está en clara contradicción con las normas internacionales de derechos humanos que se centran en la protección de los
derechos del niño y el derecho a la educación.
Julia Ehrt, directora ejecutiva de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA Mundo). Foto: Ben Buckland para ILGA Mundo
—¿Qué busca Trump y cuál es el mensaje que quiere dejar con el anuncio de que EE. UU. reconozca solo "dos sexos”?
—Trump ha descubierto que la política reaccionaria le funciona, y simplemente está cumpliendo lo que prometió hacer durante su campaña electoral. Lo que se anunció ayer estaba todo en el libro de jugadas del Proyecto 2025: ahora que ha ganado las elecciones, está claro que ya no tiene interés en distanciarse de él. Desafortunadamente, la vida de muchas personas está en juego porque ha decidido utilizar a un pequeño sector de la población para alimentar una política incendiaria y llamar la atención, todo ello bajo el falso pretexto de «defender a las
mujeres».
Todas las mujeres merecen dignidad, justicia y seguridad. Solo que esto debería hacerse creando políticas serias para atajar los abusos, ofrecer acceso a la atención sanitaria y a la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, invertir en el liderazgo de las mujeres y en la ampliación de los servicios de atención. En lugar de eso, desde el primer día, la administración Trump ha decidido ignorar estas soluciones y convertir en chivo expiatorio a las personas trans. Volver a una interpretación biológica estricta del sexo e ignorar el género (y la identidad de género) ignora y menosprecia décadas de lucha de las mujeres por la protección, la igualdad y el empoderamiento.
Las políticas anunciadas contradicen los tratados internacionales en derechos humanos y podrían alimentar actitudes discriminatorias, alerta ILGA. Foto: AFP
PUEDES VER: "No los necesitamos, ellos nos necesitan": la firme respuesta de Trump sobre América Latina
“La solidaridad y la acción colectiva serán cruciales para defender los logros del movimiento LGBTI”
—¿Existen riesgos de que esta política alimente actitudes discriminatorias o incrementos en los discursos de odio y qué tan perjudicial es para el avance de los derechos de las personas trans e intersex?
—Cada vez que los que están en el poder vilipendian a un grupo de personas y deciden hacer retroceder sus derechos, les están poniendo una diana en la espalda. Quienes están decididos a hacerles daño saben que su odio no será sancionado. Así que, sí: estas políticas pretenden hacer más difícil la vida de las personas trans, no binarias e intersex, desde soportar el odio hasta aspectos muy prácticos como obtener un documento de identidad que refleje realmente quiénes son. Pero también merece la pena recordar que, por el momento, estas órdenes ejecutivas siguen teniendo poco efecto práctico: los controles y equilibrios siguen vigentes.
Nos negamos a ceder a esta política de anuncios impactantes que pretenden alimentar el pánico. Desgraciadamente, la retórica del nuevo presidente estadounidense envalentonará a los líderes autoritarios de todo el mundo para que aumenten su juego de chivos expiatorios y vilipendio de las minorías, incluidas las personas racializadas, indígenas y LGBTI, así como las mujeres.
—¿Qué medidas puede tomar la comunidad internacional para contrarrestar este tipo de posturas discriminatorias en países influyentes como Estados Unidos?
—Desafortunadamente, estas políticas son aún más peligrosas, ya que sientan un precedente que podría inspirar iniciativas similares en otros países. Los espacios multilaterales y la diplomacia serán más importantes que nunca para garantizar que las decisiones discriminatorias no se conviertan en una bola de nieve que provoque retrocesos a una escala aún mayor.
Las personas defensoras de los derechos humanos de las personas LGBTI tendrán que unir fuerzas más que nunca con otros movimientos de justicia social para seguir diciendo la verdad al poder. La solidaridad y la acción colectiva serán cruciales para defender los logros del movimiento LGBTI global, conseguidos con tanto esfuerzo.