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China enfrenta su tercer año de disminución demográfica: un tercio de su población será mayor de 60 años en 2035

A pesar del ligero aumento en las tasas de natalidad, las muertes superan a los nacimientos en China, según Oficina Nacional de Estadística. Esta situación acentúa la crisis demográfica en el país más poblado, ahora superado por India.

Aunque el gobierno chino permite ahora hasta tres hijos por familia y ofrece incentivos económicos, la tasa de fertilidad sigue cayendo, alcanzando apenas 1,09 hijos por mujer. Foto: AFP
Aunque el gobierno chino permite ahora hasta tres hijos por familia y ofrece incentivos económicos, la tasa de fertilidad sigue cayendo, alcanzando apenas 1,09 hijos por mujer. Foto: AFP

Por tercer año consecutivo, la población de China continúa disminuyendo, situándose en 1.408 millones de habitantes en 2024, un descenso respecto a los 1.410 millones del año anterior, según datos de la Oficina Nacional de Estadística. Aunque las tasas de natalidad mostraron un leve repunte debido al "Año del Dragón", el número de muertes superó al de nacimientos, lo que consolida una tendencia que pone en jaque al país más poblado del mundo, ahora superado por India.

Esta caída demográfica no solo amenaza con reducir la fuerza laboral de China, sino que también plantea graves desafíos económicos y sociales. Las proyecciones indican que un tercio de la población china superará los 60 años para 2035, lo que aumentará la presión sobre el sistema de pensiones y los servicios de salud pública.

Crisis demográfica en China: envejecimiento acelerado y bajas tasas de fertilidad

El envejecimiento poblacional y las bajas tasas de fertilidad están transformando el panorama social de China. Durante décadas, la política de un solo hijo limitó el crecimiento demográfico; aunque esta restricción terminó en 2016, lo que permite tener tres hijos desde 2021, los resultados han sido insuficientes. Las autoridades han introducido incentivos económicos, como subsidios de vivienda y recompensas en efectivo, además de ampliar las licencias parentales. Sin embargo, la disposición de los jóvenes a tener hijos sigue siendo baja.

El costo de vida en China desempeña un papel crucial en la decisión de muchos de no tener hijos, y se ha convertido en uno de los principales factores detrás de la baja tasa de natalidad en el país. Los altos precios de la vivienda, especialmente en ciudades importantes como Shanghái y Pekín, sumados a los elevados costos de la educación, el cuidado infantil y la atención médica, han generado una creciente percepción de que criar a un hijo es financieramente insostenible para muchas familias.

Con la población económicamente activa en declive, el gobierno chino planea aumentar gradualmente la edad de jubilación, una de las más bajas del mundo, para aliviar la presión sobre el sistema de pensiones. Aunque estas medidas buscan mitigar los efectos del envejecimiento, la creciente diferencia entre nacimientos y muertes refuerza la inevitabilidad del crecimiento demográfico negativo.