Israel debilita a aliados proiraníes en Medio Oriente tras ataques contra Hezbolá
Reconfiguración. Con la muerte del líder supremo de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el poder militar iraní en la región mayoritariamente árabe habría perdido a su más importante aliado.
Durante las últimas dos semanas, los bombardeos israelíes en el sur del Líbano han ido en ascenso mientras la comunidad internacional alertaba sobre una evidente escalada en el conflicto entre ambos Estados.
Los ataques perpetrados por las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI) resultaron en más de un millar de muertos.
Sin embargo, al final de la semana pasada, las autoridades militares de ambos países confirmaron una noticia que es relevante en la configuración del poder en Medio Oriente: la muerte del líder de la milicia paramilitar libanesa Hezbolá, Hassan Nasrallah.
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El fenecido jefe del partido radical libanés proiraní encabezaba la organización —considerada internacionalmente como terrorista— desde hace más de 32 años.
Bajo su responsabilidad, se perpetraron diversos atentados incluso en el territorio latinoamericano.
Fue el “partido de Dios” (Hezbolá en español) el que perpetró el atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, el cual dejó el saldo lamentable de 22 civiles muertos.
De la misma manera, en 1994, fueron responsables de los atentados contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires que dejaron 85 muertos. Asimismo, se adjudicaron la autoría de la explosión realizada contra un vuelo de Alas Chiricanas en Panamá, que dejó 21 acaecidos, en el mismo año.
Además, por si fuera poco, de acuerdo con información del servicio secreto israelí, “Nasrallah fue personalmente responsable de los ataques contra Israel que se llevaron a cabo a partir del 8 de octubre y estuvo directamente involucrado en los preparativos para la invasión a Israel”.
Durante todos estos años, el suministro de armas y de capacidad militar diversas ha provenido de Irán.
De acuerdo con un informe publicado por The New York Times, el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, habría visto enormemente debilitada su capacidad de ataque al territorio israelí tras la muerte de Nasrallah.
Previamente, Jamenei había señalado que sería Hezbolá, no Irán, quien lideraría cualquier tipo de respuesta militar contra Israel, con Irán de apoyo.
Como recordó la periodista especializada en asuntos de oriente medio Farnaz Fassihi, el ayatolá ha sostenido, en diversas ocasiones, que “todas las fuerzas de la resistencia apoyan a Hezbolá”.
Asimismo, el líder iraní aseguraba que sería “Hezbolá, al mando de las fuerzas de resistencia, quien determinará el destino de la región”.
Irán reconoce debilidad.
En una entrevista publicada en medios locales iraníes, el exvicepresidente de dicho país Mohammad Ali Abtahi reconoció el debilitamiento que los ataques han ocasionado a su poder militar en el territorio árabe.
“Este fue un golpe increíblemente duro y, siendo realistas, no tenemos un camino claro para recuperarnos de esta pérdida”, reportó The Times.
El nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, afirmó que no caerían “en la trampa israelí para desencadenar una guerra”.
Sin embargo, Irán prometió la destrucción de Israel
Según la agencia France-Presse, la muerte de Nasrallah plantea el riesgo de una escalada tras casi un año de enfrentamientos transfronterizos entre Israel y Hezbolá y agita el temor de una conflagración regional.
El ayatolá Alí Jamenei prometió que la muerte de Nasrallah “no será en vano” y el primer vicepresidente iraní, Mohamad Reza Aref, declaró que esta acción provocará “la destrucción” de Israel.
“Nasrallah ha sido clave para la expansión del poder de Irán”, indicó Karim Sadjadpour, experto del centro de estudios Carnegie Endowment, que destacó que Hezbolá sigue siendo la “joya de la corona” entre los aliados regionales de la República Islámica.