Denuncian trato inhumano y abuso sistemático contra inmigrantes en el Centro de Detención Krome de Florida
Estas denuncias contra el Centro de Detención Krome de Florida se dan en un contexto en que Donald Trump intenta cumplir su promesa electoral de realizar deportaciones masivas de inmigrantes.
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En el Centro de Detención Krome, situado en Miami, Florida, han surgido múltiples denuncias relacionadas con la escasez de agua y alimentos, condiciones insalubres de confinamiento y falta de atención médica adecuada. Ante el incremento de estas quejas, el gobierno de Trump procedió al cierre de tres oficinas de supervisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que se encargaban de investigar tales acusaciones.
Un empleado federal, quien solicitó el anonimato por temor a represalias, compartió con 'The Associated Press' una copia de los mensajes intercambiados y varios documentos adicionales. Entre los archivos se incluyen quejas de los detenidos, así como un relato sobre la llegada de 40 mujeres al Centro de Detención Krome, que está destinado exclusivamente a hombres, lo cual podría violar una ley federal diseñada para reducir el riesgo de abuso sexual en las prisiones.
Hombre arrestado en el Centro de Detención Krome denuncia abusos y maltratos
Imágenes grabadas en secreto con un celular en el Centro de Detención Krome y publicadas en TikTok mostraron a un grupo de hombres durmiendo en el suelo de concreto, debajo de mesas, utilizando solo sus zapatos como almohadas. "Estamos prácticamente secuestrados", comentó Osiris Vázquez, quien tenía los ojos irritados por la falta de sueño.
Vázquez, quien fue arrestado mientras regresaba a su casa tras un trabajo de construcción cerca de Miami, relató que pasó dos semanas compartiendo una pequeña habitación con aproximadamente 80 hombres. Durante ese tiempo, no se les permitió ducharse ni hacer llamadas telefónicas; los baños, con un fuerte mal olor, estaban en condiciones deplorables, y la comida consistía únicamente en un sándwich de mantequilla de maní.
Finalmente, Osiris Vázquez optó por autodeportarse. Sin embargo, su pesadilla continuó. Al regresar a su ciudad natal, Morelia, en México, donde no había estado en casi diez años, tuvo que ser hospitalizado en dos ocasiones por una infección respiratoria que, según afirma, contrajo en Krome. "Todos los que conozco se enfermaron. Estábamos viviendo uno encima del otro", comentó Vázquez.
Aumento significativo de inmigrantes en Centro de Detención Krome
Mientras el presidente Donald Trump intentaba cumplir su promesa electoral de realizar arrestos y deportaciones masivas de inmigrantes, el Centro de Detención Krome, el más antiguo de Estados Unidos y con un historial de abusos, experimentó un aumento significativo en su población de prisioneros, que llegó a casi tres veces su capacidad, fijada en 600 personas.
“El número de personas aquí en Krome es de 1.700”, escribió un empleado del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a un colega el mes pasado. Además, comentó que, aunque se sentía inseguro al caminar por las instalaciones, nadie estaba dispuesto a mencionarlo.
Grave escasez de camas en los centros de detención de Estados Unidos
Krome no es el único centro que enfrenta una problemática crítica: la escasez de camas. A nivel nacional, el número de detenciones ha aumentado considerablemente, alcanzando casi las 48.000 hasta el 23 de marzo, lo que representa un aumento del 21% en comparación con el final del mandato de Joe Biden. En las últimas semanas, las detenciones han disminuido considerablemente debido a que los esfuerzos por deportar a muchos de esos inmigrantes han sido frenados por diversas demandas legales.
Para abordar esta falta de espacio, ICE lanzó recientemente una solicitud de licitación por hasta 45.000 millones de dólares para operar centros de detención, con el objetivo de ampliar su capacidad a 100.000 camas, frente a las aproximadamente 41.000 que permite su presupuesto actual. Como parte de este plan de expansión, el gobierno federal, por primera vez, está considerando la posibilidad de retener a migrantes en bases militares de Estados Unidos.