Estados Unidos

Robert Kennedy Jr. recibe respaldo de los republicanos y avanza como secretario de Salud de Estados Unidos

Robert F. Kennedy Jr. enfrentó un fuerte escrutinio en su primera audiencia de confirmación. Legisladores cuestionaron sus posturas y declaraciones controvertidas, pero recibió el apoyo de los republicanos.

Incluso aliados de Robert Kennedy Jr. reconocen que el enfoque en su postura sobre las vacunas podría poner en riesgo su confirmación. Foto: AFP.
Incluso aliados de Robert Kennedy Jr. reconocen que el enfoque en su postura sobre las vacunas podría poner en riesgo su confirmación. Foto: AFP.

El día de ayer Robert F. Kennedy Jr. (RFK Jr.), nominado por Donald Trump para secretario de Salud, enfrentó un intenso interrogatorio en el Senado y disipar dudas entre algunos republicanos. Durante más de tres horas ante el Comité de Finanzas, abordó temas como Medicaid, Medicare y un brote de sarampión en Samoa, además de su historial de críticas a las vacunas y al sistema de salud pública.

Robert Kennedy Jr. es ampliamente conocido por su linaje en la dinastía política demócrata, aunque sorprendió al romper con su familia para aliarse con Donald Trump. Sin embargo, para muchos estadounidenses, su comparecencia del miércoles fue la primera vez que escucharon su distintiva voz ronca, producto de una disfonía espasmódica, un trastorno neurológico que afecta los músculos de la laringe.

El respaldo de los republicanos a Robert F. Kennedy Jr.

La mayoría de los republicanos parecía respaldar a Robert Kennedy Jr., incluidos senadores clave como Thom Tillis y Todd Young, quienes hicieron preguntas que indicaban su apoyo. Tillis elogió su desempeño y le preguntó directamente si se consideraba un “teórico de la conspiración”, a lo que Kennedy respondió que era un término usado para desacreditarlo por cuestionar a intereses poderosos. Young, por su parte, le pidió que restaurara la confianza en las instituciones de salud pública, a lo que Kennedy prometió hacerlo mediante una “transparencia radical”.

Sin embargo, un voto republicano clave sigue en duda: el del senador Bill Cassidy, presidente de la Comisión de Salud del Senado. Cassidy, quien es médico y ha respaldado iniciativas de salud pública, no ha revelado su postura tras una “discusión franca” con Kennedy, lo que en Washington suele indicar desacuerdo. El senador señaló que no tomará una decisión hasta después de la audiencia ante la Comisión de Salud.

Kennedy Jr. admite desconocimiento sobre Medicare y Medicaid en audiencia

Durante la audiencia, Robert Kennedy Jr. mostró falta de conocimiento sobre Medicare y Medicaid, dos de los programas clave que supervisaría como secretario de Salud. Al ser cuestionado por el senador Bill Cassidy sobre cómo integraría ambos sistemas, admitió: “no sé la respuesta”. También criticó Medicaid por sus supuestos costos elevados, aunque en la mayoría de los casos los afiliados no pagan primas ni deducibles, lo que evidenció imprecisiones en su comprensión del programa.

Calley Means, asesor de Kennedy y empresario del sector sanitario, minimizó estos errores al argumentar que los senadores se enfocaban en detalles técnicos que Kennedy podría aprender fácilmente. Según Means, la verdadera diferencia radica en que Kennedy prioriza una visión más amplia para mejorar la salud de los estadounidenses, mientras que los legisladores se centran en tecnicismos.

El punto débil de Kennedy: su escepticismo sobre las vacunas

El escepticismo de Robert Kennedy Jr. sobre las vacunas fue el principal punto de ataque de los demócratas durante su audiencia de confirmación, y algunos de sus propios aliados reconocen que este tema podría poner en riesgo su nombramiento. Kennedy intentó desviar la atención, pero la presencia de Del Bigtree, excolaborador suyo y crítico de las vacunas, aumentó las dudas sobre su postura. Además, los senadores lo presionaron por su cambio de postura sobre el aborto, tras haber defendido el derecho a decidir en 2023 y ahora respaldar la agenda antiabortista de Donal Trump.

El senador Michael Bennet lo confrontó sobre sus declaraciones polémicas, como la teoría de que la Covid-19 estaba diseñada para afectar a ciertos grupos étnicos y que la enfermedad de Lyme era posiblemente un arma biológica. Kennedy no negó haber hecho tales afirmaciones, aunque intentó matizarlas. Otro punto de controversia fue su viaje a Samoa en 2019, donde se le acusó de alimentar el sentimiento antivacunas en medio de un brote de sarampión que dejó 83 muertos, en su mayoría niños.

La senadora Elizabeth Warren le preguntó si asumía responsabilidad por esas muertes, a lo que Kennedy respondió negativamente. Sin embargo, más tarde intentó suavizar su postura asegurando que apoya la vacunación contra el sarampión y la polio y que, como secretario de Salud, no haría nada para desincentivar su uso. A pesar de sus esfuerzos por distanciarse de su historial antivacunas, los demócratas siguen viendo en él una amenaza para la salud pública.