Washington se refuerza para la toma de posesión de Trump: más de 25.000 agentes de seguridad en EE. UU.
Washington D.C. se prepara para la investidura de Donald Trump el 20 de enero con un despliegue de seguridad sin precedentes, incluyendo 25,000 agentes y drones en la capital.
Con un despliegue de seguridad sin igual, Washington D.C. se alista para la investidura de Donald Trump. La capital estadounidense, que ha sido escenario de eventos de alto riesgo, se enfrenta a un contexto de amenazas que ha llevado a las autoridades a implementar medidas extraordinarias en Estados Unidos.
La ceremonia del 20 de enero contará con cercas de seguridad, drones y alrededor de 25,000 agentes de seguridad. A pesar de que se espera una menor afluencia de visitantes en comparación con la primera toma de posesión de Trump, las medidas de seguridad son más estrictas que nunca, marcando un récord en la historia de las investiduras.
La Casa Blanca y el Capitolio están rodeados por barreras metálicas de 2,4 metros de altura, mientras que francotiradores y equipos tácticos se posicionan en puntos estratégicos. La amenaza de violencia, exacerbada por incidentes recientes, ha llevado a las autoridades a actuar con cautela.
Un entorno de mayor amenaza para Trump
La violencia ha marcado la carrera presidencial de Trump, con incidentes como un intento de asesinato en julio y un rifle apuntando a su ubicación en un campo de golf. Estos eventos han sido considerados fallos operativos del Servicio Secreto, lo que ha llevado a un aumento en las medidas de seguridad. Matt McCool, agente especial del Servicio Secreto, destacó que "estamos en un entorno de mayor amenaza", lo que justifica el despliegue masivo de fuerzas de seguridad.
Controles de seguridad y manifestaciones en el Capitolio
La policía del Capitolio, liderada por J. Thomas Manger, ha confirmado que no hay amenazas específicas para la ceremonia, aunque se espera la presencia de 250,000 invitados. Sin embargo, la mayor preocupación radica en los "actores solitarios", que representan un riesgo significativo. Las autoridades han preparado un conjunto de medidas de seguridad "visibles e invisibles" para garantizar la seguridad de todos los asistentes.
Expectativas de participación y clima en Washington
A pesar de que se anticipa una menor participación en comparación con la primera toma de posesión de Trump, se espera que miles de manifestantes se reúnan en la capital. La alcaldesa Muriel Bowser ha asegurado que se permitirá la protesta pacífica, pero que la violencia no será tolerada. La tasa de ocupación hotelera en el centro de Washington ha sido del 70%, inferior al 92% registrado en la primera toma de posesión, aunque se prevé un aumento en los próximos días.
Los asistentes a la ceremonia deberán prepararse para el frío, ya que las previsiones meteorológicas indican temperaturas bajo cero. A pesar de las adversidades, Washington se prepara para un evento que, aunque marcado por la controversia, es un símbolo de la democracia estadounidense.