Investigadores revelan que una especie marina puede superar pruebas de inteligencia diseñada para niños
Un experimento con sepias muestra su capacidad para ejercer autocontrol, y memoria episódica. El estudio revela sus sorprendentes habilidades cognitivas en este cefalópodo marino.
Un equipo de investigadores liderado por Alexandra Schnell, de la Universidad de Cambridge, demostró que las sepias son capaces de superar una prueba de inteligencia originalmente diseñada para niños humanos. Este experimento, basado en la conocida prueba del malvavisco, reveló que estos cefalópodos poseen capacidades cognitivas comparables a las de primates, loros y córvidos.
La prueba adaptada consistió en ofrecer a las sepias una recompensa inmediata y otra más deseable tras un intervalo de espera. Los resultados indicaron que las sepias no solo ejercen autocontrol, sino que también muestran habilidades avanzadas de aprendizaje y memoria episódica, lo que subraya la complejidad de sus pequeños cerebros y su evolución en un entorno marino hostil.
Las sepias mostraron habilidades cognitivas avanzadas, similares a las de primates, loros y córvidos, evidenciando su capacidad para aprender.
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¿Qué es la prueba del malvavisco en animales marinos?
La prueba del malvavisco, desarrollada en la década de 1970 en Stanford, evalúa la capacidad de retrasar la gratificación como indicador de autocontrol y planificación futura. Originalmente diseñada para niños, la prueba se adapta fácilmente a animales al entrenarlos para asociar un retraso con una recompensa mejor.
Esquema del experimento en sepias que demuestran las habilidades cognitivas de los cefalópodos.
En el caso de las sepias, se emplearon dos cámaras con puertas transparentes. Una contenía un camarón menos atractivo disponible de inmediato, mientras que la otra ofrecía un camarón vivo, accesible solo tras un tiempo de espera que oscilaba entre 10 y 130 segundos. Las sepias aprendieron a esperar pacientemente por la recompensa más deseada, demostrando un nivel de cognición animal que antes se atribuía únicamente a vertebrados de cerebro grande.
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¿Qué reveló el experimento en sepias?
El experimento mostró que las sepias podían esperar hasta dos minutos por su comida favorita, destacando su autocontrol. Sorprendentemente, aquellas que aprendieron más rápido a adaptarse al cambio de estímulos visuales, como asociar símbolos con recompensas, también mostraron mayor tolerancia a los retrasos. Esto sugiere una relación entre aprendizaje y gratificación retrasada.
Según Schnell, estas capacidades son comparables a las observadas en chimpancés y cuervos, pero lo más intrigante es que las sepias no almacenan alimentos ni utilizan herramientas, lo que plantea nuevas preguntas sobre la evolución de la inteligencia en los cefalópodos.
El secreto detrás de las habilidades cognitivas de las sepias
Las sepias enfrentan un entorno marino hostil, donde depredadores y presas dictan su supervivencia. Su estrategia de camuflaje y períodos prolongados de espera entre la búsqueda de alimentos parecen haber favorecido el desarrollo de habilidades como el autocontrol. Estas adaptaciones podrían ser el resultado de un proceso evolutivo único en especies que, aunque solitarias y de corta vida, exhiben una sorprendente inteligencia.