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Ciencia

El material más caro del mundo cuesta 62 billones de dólares el gramo y es clave para el futuro de los viajes espaciales

Generada en instalaciones como el CERN en Suiza, la antimateria se presenta como clave para futuros avances en exploración espacial y energía, aunque su producción sigue siendo limitada y costosa.

Los principales desafíos para el uso de la antimateria son la producción limitada y el almacenamiento seguro. Foto: BBC.
Los principales desafíos para el uso de la antimateria son la producción limitada y el almacenamiento seguro. Foto: BBC.

La antimateria se ha consolidado como el material más costoso del planeta, ya que ha alcanzado un precio de 62 billones de dólares por gramo. Este valor astronómico se debe a su compleja producción y su potencial revolucionario en campos como los viajes espaciales y la investigación científica. Actualmente, su generación es posible solo en instalaciones altamente especializadas como el CERN, ubicado en Suiza.

Con aplicaciones teóricas que podrían transformar el uso de energía y permitir avances sin precedentes en la exploración del cosmos, la antimateria se presenta como una ventana al futuro. Sin embargo, su producción sigue siendo limitada y extremadamente costosa, lo que plantea importantes desafíos técnicos y financieros.

Únicamente un laboratorio lo produce y la mayor promesa radica en su potencial como fuente de energía. Foto: Wired.

Únicamente un laboratorio lo produce y la mayor promesa radica en su potencial como fuente de energía. Foto: Wired.

¿Qué es la antimateria y por qué es tan costosa?

La antimateria es una forma de materia compuesta por antipartículas que tienen las mismas propiedades que las partículas normales, pero con carga opuesta. Por ejemplo, el positrón es la antipartícula del electrón. Cuando materia y antimateria entran en contacto, se aniquilan liberando enormes cantidades de energía, según la ecuación de Einstein.

La producción de antimateria es extremadamente compleja. Se requiere de aceleradores de partículas, como los que se encuentran en el CERN, para crear pequeñísimas cantidades. De hecho, producir un solo gramo de antimateria llevaría miles de años bajo las condiciones actuales y consumiría recursos energéticos equivalentes a las necesidades de una ciudad entera.

Explicación gráfica de la antimateria. Foto: BBC.

Explicación gráfica de la antimateria. Foto: BBC.

El elevado costo también refleja las limitaciones tecnológicas actuales y la infraestructura necesaria para su manipulación y almacenamiento, dado que cualquier contacto con materia convencional provoca su inmediata aniquilación.

¿Cuáles son las aplicaciones potenciales de la antimateria?

Aunque hoy su uso está restringido a la investigación científica, la antimateria podría revolucionar varios campos en el futuro. En la exploración espacial, se proyecta como una fuente de energía extremadamente eficiente. Una pequeña cantidad de antimateria podría generar suficiente energía para propulsar una nave espacial a velocidades cercanas a la luz, lo cual viables misiones interestelares.

Además, en la medicina, ya se utiliza una forma de antimateria, el positrón, en tomografías por emisión de positrones. Esto permite diagnósticos avanzados en enfermedades como el cáncer. Sin embargo, su aplicación en energía y viajes espaciales aún se encuentra en fases teóricas debido a los altos costos y desafíos de producción.

¿Cuáles son los desafíos actuales de su producción y uso?

El principal obstáculo es la producción limitada. En el CERN, el mayor laboratorio de física de partículas del mundo, apenas se logran generar fracciones de nanogramos al año. Esto impide su escalabilidad y su aplicación en proyectos prácticos.

Otro desafío crítico es el almacenamiento. La antimateria no puede entrar en contacto con materia común, por lo que requiere sistemas de confinamiento magnético extremadamente avanzados para evitar su aniquilación.

A pesar de estas limitaciones, los avances tecnológicos podrían abrir nuevas posibilidades en las próximas décadas. Científicos de todo el mundo trabajan para reducir costos y aumentar la producción, con la esperanza de que este material extraordinario impulse una nueva era en la ciencia y la tecnología.