Ciencia

Descubrimiento en medio de un desierto: una ciudad de 4.000 años estaba oculta en un oasis

Una ciudad fortificada de la Edad de Bronce fue hallada en un oasis de Arabia Saudita. El descubrimiento revela pistas sobre el urbanismo temprano en un entorno árido.

La ciudad de al-Natah fue reconstruida en 3D por los investigadores. Foto: CNRS / AFP
La ciudad de al-Natah fue reconstruida en 3D por los investigadores. Foto: CNRS / AFP

El desierto de Arabia Saudita esconde secretos que solo los investigadores más persistentes logran desvelar. Este año, científicos de varios países lograron un sorprendente hallazgo en el oasis amurallado de Khaybar, en el noroeste de la península arábiga: una ciudad de 4.000 años de antigüedad, oculta durante siglos. El descubrimiento abre nuevas preguntas sobre la transición de los pueblos nómadas a las primeras formas de urbanización en una de las áreas más inhóspitas del planeta.

Algunos consideraban que el noroeste de Arabia era una zona poco propensa al desarrollo urbano, sin embargo, el hallazgo demuestra que, en tiempos de la Edad de Bronce, ya existían asentamientos urbanos mucho más complejos de lo que se pensaba. La ciudad, conocida como al-Natah, se presenta como un ejemplo importante para estudiar los primeros pasos hacia la urbanización en una región dominada por grupos nómadas. El descubrimiento se produce después de más de 15 años de investigaciones en los oasis de Arabia Saudita, los cuales han ido revelando vestigios de una civilización sofisticada en medio del desierto.

 Antes del hallazgo, se consideraba que era improbable el desarrollo urbano en la zona. Foto: CNRS

Antes del hallazgo, se consideraba que era improbable el desarrollo urbano en la zona. Foto: CNRS

La ciudad oculta por un oasis

La ciudad de al-Natah fue hallada en el oasis de Khaybar, una zona estratégicamente situada en el noroeste de Arabia Saudita, cerca de la actual ciudad de Medina. Este oasis, rodeado por desiertos áridos, tiene un microclima único que favorece la vida, lo que crea un entorno fértil en medio de la vasta extensión desértica. La ciudad estaba rodeada por murallas de hasta 14,5 kilómetros de largo, que servían para proteger a sus habitantes y controlar el acceso a la zona.

El hallazgo de al-Natah estuvo prácticamente oculto por las rocas volcánicas basálticas que caracterizan la región. Estas formaciones geológicas no solo ofrecían un camuflaje natural, sino que también protegían el sitio de excavaciones ilegales. Los científicos pudieron identificar la ubicación del yacimiento mediante imágenes aéreas, que mostraron indicios de caminos y cimientos de edificios, lo que permitió guiar las excavaciones.

Lo que hacía aún más fascinante al yacimiento era su conexión con otros oasis fortificados de la región. Estos sitios, aunque aislados, formaban parte de una red de intercambio entre diferentes grupos nómadas, lo que habría permitido el desarrollo de rutas comerciales en la península arábiga. Al-Natah, por su parte, jugaba un papel clave dentro de esta red, dada su ubicación estratégica.

¿Cómo era la ciudad de al-Natah?

La ciudad de al-Natah, construida aproximadamente en el año 2400 a.C., tenía una extensión de 2,6 hectáreas. Los investigadores han identificado al menos 50 viviendas de una o dos plantas que se alineaban a lo largo de pequeñas calles. La ciudad estaba dividida en varias zonas funcionales: una residencial, una posible zona administrativa y una necrópolis. Los hallazgos más resaltantes incluyen tumbas con armas de metal, como hachas y puñales, que sugieren una organización social avanzada para la época.

Uno de los aspectos más sorprendentes es la muralla que rodeaba la ciudad. Con una altura que podría haber alcanzado hasta los cinco metros, se considera que al-Natah también era un centro de poder local. Este sistema defensivo habría sido necesario para proteger a la población de los peligros del desierto, además de asegurar el control sobre los recursos disponibles en el oasis.

A lo largo de la ciudad, los científicos también han descubierto una variedad de objetos, como piedras preciosas (ágata), que indican que los habitantes de al-Natah estaban involucrados en el comercio de productos de lujo que transitaban por rutas interregionales.

Una nueva visión sobre la urbanización en la península arábiga

Durante años, los arqueólogos creyeron que las grandes ciudades solo surgieron en regiones como Mesopotamia y Egipto. Sin embargo, al-Natah muestra que los primeros pasos hacia la vida urbana también ocurrieron en el árido noroeste de Arabia, aunque en una forma más lenta y menos jerárquica.

El concepto de "urbanismo lento" se refiere a la idea de que las primeras ciudades no surgieron de manera abrupta, sino a través de un proceso gradual que permitió la transición de los grupos nómadas hacia un estilo de vida más sedentario. Al-Natah, con su muralla y las evidencias de intercambio comercial, ofrece una visión clara de cómo los pueblos de la región pasaron de ser pastores nómadas a formar pequeñas ciudades interconectadas.

Algunos investigadores sugieren que los oasis fortificados, como al-Natah, pudieron haber sido puntos de parada importantes en lo que más tarde se conocería como la "ruta del incienso", que conectaba el sur de Arabia con el Mediterráneo. El hallazgo refuerza la importancia de la región en el desarrollo de redes comerciales que iban mucho más allá de las fronteras locales.