Ciencia

Investigadores detectan sonidos similares al del humano en las profundidades de la Antártida

Científicos han identificado sonidos en la Antártida que presentan patrones similares a los del habla humana. Estos sonidos están relacionados con el Bio-Duck, un enigma marino que ha desconcertado a los investigadores durante décadas.

Investigadores detectaron un misterioso sonido en la Antártida, conocido como Bio-Duck, que recuerda al graznido de un pato pero con características acústicas que podrían vincularse a la comunicación humana. Foto: Pixabay
Investigadores detectaron un misterioso sonido en la Antártida, conocido como Bio-Duck, que recuerda al graznido de un pato pero con características acústicas que podrían vincularse a la comunicación humana. Foto: Pixabay

Un peculiar sonido registrado en las profundidades del océano ha desconcertado a expertos en acústica marina. Conocido como Bio-Duck, este fenómeno submarino, identificado inicialmente en la Antártida, produce un sonido que recuerda al graznido de un pato, pero su intensidad y profundidad sugieren una posible relación con la comunicación humana. Ross Chapman, especialista en acústica oceánica, asegura que las nuevas grabaciones desafían teorías previas y apuntan a que criaturas marinas están detrás de este misterioso sonido.

El reciente hallazgo de estas emisiones en zonas sin presencia de ballenas minke, las sospechosas iniciales, ha reabierto el debate científico. ¿Podrían otros cetáceos o incluso especies desconocidas emitir estos ruidos? La respuesta sigue sin confirmarse, pero la investigación submarina avanza hacia descubrir la compleja red de comunicación que habita las profundidades del océano, un entorno todavía lleno de incógnitas.

¿Qué es el sonido submarino del Bio-Duck?

El Bio-Duck fue detectado por primera vez en la década de 1960 por submarinos de la clase Oberon. Su sonido característico, profundo y resonante, ha sido escuchado en diversas regiones oceánicas, incluyendo Australia, Nueva Zelanda y la Cuenca de Fiji Sur, lo que refuerza su alcance global. Durante años, se vinculó a las ballenas minke antárticas, pero la ausencia de pruebas definitivas mantuvo vivo el misterio.

 El Bio-Duck se relacionó con las ballenas, nuevos hallazgos sugieren que otras criaturas marinas podrían estar involucradas. Foto: Nat Geo

El Bio-Duck se relacionó con las ballenas, nuevos hallazgos sugieren que otras criaturas marinas podrían estar involucradas. Foto: Nat Geo

Ross Chapman, quien ha investigado este fenómeno desde 1986, afirma que el origen es biológico. Según sus estudios, múltiples emisores subacuáticos alternan entre transmitir y recibir, lo que sugiere una forma de diálogo estructurado. Estas observaciones han llevado a considerar que el Bio-Duck podría ser parte de un sistema de comunicación interspecies aún desconocido, más allá de lo que se creía posible en los océanos.

Avances en la investigación del Bio-Duck

El uso de hidrófonos y antenas acústicas ha permitido a los investigadores rastrear y mapear los patrones del sonido del Bio-Duck. La tecnología moderna ha hecho posible determinar la dirección y frecuencia del sonido, pero la reciente detección en zonas sin ballenas minke plantea nuevas preguntas.

Actualmente, los científicos consideran que otras especies marinas podrían estar involucradas. Este avance no solo amplía el alcance del estudio, sino que también pone de manifiesto la necesidad de continuar explorando las capacidades comunicativas de los cetáceos y otras criaturas marinas. Las investigaciones han revelado patrones complejos que podrían ser utilizados para coordinar actividades, advertir sobre amenazas o incluso interactuar con otras especies marinas.

¿Qué podrían estar comunicándose estas criaturas de la Antártida?

Las hipótesis sobre la finalidad del Bio-Duck van desde la coordinación de grupos hasta el intercambio de información sobre el entorno. Chapman sugiere que podrían "conversar" sobre recursos alimenticios o alertar sobre cambios ambientales. Estas teorías abren la posibilidad de que las criaturas marinas posean sistemas de comunicación más avanzados de lo que se creía.

Este fenómeno subraya lo poco que se sabe sobre la comunicación marina. ¿Podría el Bio-Duck ser una clave para entender mejor el diálogo subacuático? Las preguntas que surgen en torno a este tema reflejan la necesidad de más estudios para desentrañar el vasto y desconocido mundo de los océanos.