Primer satélite de madera hace historia al llegar al espacio
El 5 de noviembre de 2024, la Universidad de Kioto lanzó LignoSat dentro de una misión de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional con SpaceX, marcando un paso hacia la sostenibilidad.
Un hito en la exploración espacial se ha alcanzado con el lanzamiento del primer satélite construido completamente de madera. Este innovador proyecto busca demostrar que los materiales sostenibles pueden ser utilizados en la tecnología espacial, abriendo así a nuevas posibilidades para el futuro de la industria.
El 5 de noviembre de 2024, los científicos de la Universidad de Kioto, en Japón, anunciaron el lanzamiento de un primer satélite hecho a base de madera, denominado como LignoSat. Este satélite fue enviado al espacio dentro de una misión de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional (EEI) a bordo de un cohete de SpaceX. LignoSat, que tiene un tamaño de solo 10 centímetros por el costado, fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
El objetivo de este satélite experimental es evaluar su comportamiento en condiciones extremas de temperatura en medio del espacio. A diferencia de los otros satélites tradicionales, que dejan restos metálicos al desintegrarse al momento de reingresar a la atmósfera, el LignoSat está diseñado para consumirse completamente, por lo que contribuiría a reducir los residuos espaciales que pueden afectar significativamente tanto al medio ambiente como a las telecomunicaciones.
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Satélite permanecerá un mes en la EEI
LignoSat permanecerá en la EEI durante todo un mes, donde los investigadores evaluarán su durabilidad y también la resistencia del mismo. Los datos que se recojan servirán de mucho para así determinar la viabilidad de utilizar materiales no metálicos en las futuras misiones espaciales. Takao Doi, el astronauta y profesor de la Universidad de Kioto, destacó la importancia de que estos nuevos satélites no metálicos se conviertan en una opción común en el futuro y que haya la posibilidad de producir más satélites con materiales naturales, contribuyendo así a un espacio más limpio y menos contaminado.