Agencias

Líderes indígenas del mundo piden el mismo peso que los jefes de Estado en la COP30


Unos 8.000 indígenas de la Amazonía y Oceanía se manifestaron este lunes en Brasilia para exigir que sus líderes tengan "igual voz y poder" que los jefes de Estado en la COP30 sobre cambio climático, que se celebra en noviembre en Brasil.

Con sus vestimentas tradicionales y pinturas corporales, unos 200 pueblos se presentaron al ritmo de maracas y tambores, levantando una polvareda a pocos kilómetros de las sedes de los poderes estatales brasileños.

Delegaciones de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Panamá, Surinam y Venezuela, así como representantes de Australia, Fiji y otras naciones oceánicas, se sumaron este año al encuentro anual de los pueblos originarios brasileños, Campamento Tierra Libre.

La cita cobra una relevancia especial rumbo a la conferencia de la ONU contra el calentamiento global, la COP30, que se celebrará entre el 10 y el 21 de noviembre en la ciudad amazónica de Belém (norte).

"Exigimos que los líderes de las comunidades indígenas y locales tengan igual voz y poder que los jefes de Estado en la COP30, con la misma legitimidad, poder de decisión y respeto que las representaciones de los países", afirmó la jefa indígena brasileña Alana Manchineri en una declaración conjunta de los pueblos asistentes.

Los pueblos originarios también demandan "financiación directa" para preservar la naturaleza y "compensación por el daño" que sufren.

- Causa común -

Algunos integrantes de delegaciones hicieron travesías de varios días en aviones desde remotas islas del Pacífico o en botes y autobuses desde lo profundo de la Amazonía para asistir a un encuentro que se prolongará hasta el viernes.

Separados por decenas de miles de kilómetros, todos esos pueblos dicen compartir la misma vulnerabilidad ante el calentamiento global.

"En el Pacífico tenemos dificultades únicas. Pero también queremos estar aquí y mostrarle a la gente indígena en la Amazonía que podemos luchar" juntos, dijo a la AFP Alisi Rabukawaqa, representante de Fiji.

El aumento en los niveles del mar amenaza la existencia de islas oceánicas como Fiji.

"Hay agua salada entrando en las tierras donde sembramos nuestra comida", alertó Rabukawaqa, de 37 años.

En Sudamérica una sequía histórica el año pasado desató una ola de incendios forestales. Casi 18 millones de hectáreas de selva amazónica fueron arrasadas por las llamas en Brasil, según la plataforma de monitoreo MapBiomas.

"Para mí sería importante que a la COP30 invitaran a los caciques espirituales (indígenas) y no a los líderes que están en la ciudad. Porque los líderes que están en la aldea son quienes conocen las grandes dificultades que enfrenta la cuestión climática", afirmó Sinesio Trovao, jefe de la aldea Betania Mecurane, en la Amazonía brasileña.

- "Marcha Potente" -

El Campamento incluirá varias marchas y eventos culturales. El martes líderes indígenas esperan ser escuchados en la cámara baja del congreso brasileño.

Los demás marcharán por la emblemática Explanada de los Ministerios hasta el legislativo, que tramita varias disputas sobre los reclamos territoriales de los pueblos.

El Congreso, mayoritariamente conservador, aprobó en 2023 una regla que limita los derechos de los pueblos originarios a reivindicar sus territorios. El asunto es analizado por la corte suprema.

"Mucho más de la mitad del parlamento brasileño es anti-indígena (...) es importante dar un mensaje: nuestros derechos están amenazados, dijo a la AFP Kleber Karipuna, coordinador de APIB, la mayor organización indígena de Brasil.

"Es una marcha potente para comenzar el campamento", anticipó Karipuna.

Los originarios también comparten su oposición a la explotación de combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global y cuyo principio para un abandono progresivo se adoptó en la COP28.

La presidencia brasileña ha evitado sentar posición frente a este asunto espinoso en cumbres pasadas.

Brasil es el mayor productor de petróleo de América Latina y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva presiona para avanzar en la perforación de una zona marina a unos 500 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas.

"No es posible que (...) en un momento en que la humanidad está discutiendo cómo enfrentar la crisis climática, aún tengamos propuestas de explotación de petróleo que impactarán territorios indígenas", reclamó Karipuna.

La iniciativa ha provocado el rechazo de varios líderes indígenas afines a Lula, incluido el emblemático cacique Raoni, así como de organizaciones ambientalistas.

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