Agencias

Una bicicleta inteligente permite recopilar datos para mejorar la seguridad en Países Bajos


Montado en una bici equipada con sensores láser y escáner, el investigador neerlandés Holger Caesar se mete en medio del tráfico en busca de datos que, asegura, algún día podrían salvar vidas en las calles del país de las bicicletas.

Con su bici eléctrica azul, atraviesa el campus de la universidad de Delft, en el sur de Países Bajos, entre el pedaleo de miles de estudiantes, que circulan por un entramado de carriles exclusivos para las bicicletas que se reproduce por todo el país, donde el número de bicis supera al de su población, que es de unos 17 millones de personas.

"Registramos el comportamiento de los ciclistas y esperamos que estos datos tengan muchas aplicaciones en el futuro", explicó Caesar a la AFP.

A largo plazo, el objetivo es ayudar a los ciclistas a evitar obstáculos, facilitar la fabricación de bicis que se autoestabilicen y enseñarle a los vehículos autónomos cómo evitar colisionar con los ciclistas.

"Respecto a los vehículos, es relativamente simple [...]: van a la izquierda, a la derecha, todo recto; pero para los ciclistas, es muy difícil predecir cómo van a comportarse", comentó el investigador.

"Por ejemplo, podríamos utilizar los datos para desarrollar una aplicación que alerte a los automovilistas cuando un ciclista haga un movimiento inesperado", agregó.

- Detección láser -

Equipada por delante y por detrás con tres sensores LiDAR, "Light Detection And Ranging" (detección y telemetría por luz), la bici, denominada "Delft SenseBike", parece sacada de una película de ciencia ficción.

Esta tecnología se usa mucho para los vehículos autónomos, pues con la detección láser se genera una imagen tridimensional del entorno en el que se encuentran.

Lo sensores emiten una gran cantidad de rayos infrarrojos que se reflejan en las superficies y que son reenviados al LiDAR, que puede "cartografiar" la zona por la que pasa la SenseBike, incluyendo objetos y personas en movimiento, como los ciclistas.

Los datos recabados son tratados mediante una técnica de "etiquetado", que consiste en asociar todo lo que se ve en las imágenes a una descripción, como "árbol" o "ciclista".

Es esa técnica la que debería permitir que un auto reconozca a un ciclista y evite chocar con él.

"La primera etapa consistirá en hacer que esos datos sean accesibles al público, para que los profesores universitarios y los empresarios puedan aprovecharlos", indicó Caesar.

A partir de esos datos, se podrán desarrollar algoritmos de inteligencia artificial para detectar, seguir y predecir el comportamiento de los ciclistas y "planificar nuestro propio itinerario para eludirlos", añadió.

- Falta de datos -

Países Bajos tiene por lo menos 37.000 kilómetros de ciclovías y 22 millones de bicicletas, pero es un campo que adolece de una escasez de datos.

Es "difícil" cuantificar el número de accidentes porque "no se registran todos", admite la Federación Neerlandesa de Ciclistas en su página web.

"Unas 270 personas murieron en accidentes de bici en 2023", según la oficina central de estadísticas del país. Cerca de la mitad de los decesos se debieron a choques entre ciclistas y vehículos, camiones o autobuses.

"Los automóviles son cada vez más seguros para los pasajeros pero no para los otros usuarios de la carretera", recalca Esther van Garderen, directora de la federación ciclista.

Y, después de los autos autónomos, ¿podrá la ciencia de datos hacer que las bicicletas conduzcan solas?

"Creo que eso le quitaría el gusto al hecho de ir en bici", comentó, en broma, Caesar.

"Pero pensamos que es posible hacer que el ciclismo sea más seguro", insistió.

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