Agencias

Disturbios en protestas por la muerte de dos niños en ciudad mexicana asediada por el narco


Un grupo de manifestantes irrumpió este jueves en la sede del gobierno del estado mexicano de Sinaloa (noroeste) durante una marcha de miles de personas contra el asesinato de dos niños en la capital Culiacán, una inusual muestra de indignación por la violencia narco que desangra la zona.

Los manifestantes rompieron una puerta de cristal y causaron destrozos en oficinas del palacio donde despacha el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, observó un corresponsal de la AFP.

"¡Cobarde!", gritaron los ocupantes contra Rocha, aunque no está claro si el funcionario se hallaba en el lugar, donde culminó la multitudinaria marcha.

Protestaban por el caso de Alexander, de 9 años, y Gael, de 12, quienes murieron el domingo pasado junto a su padre, Antonio Sarmiento, al quedar atrapados en uno de los tiroteos que se producen cotidianamente en Culiacán.

La matanza generó indignación en esta ciudad donde se contabilizan unos 750 asesinatos y casi 900 desaparecidos desde septiembre pasado por una guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, una de las principales organizaciones del narcotráfico en México.

Vestidos de blanco y al grito de "con los niños no", los manifestantes partieron de la escuela a la que acudían los menores rumbo al palacio de gobierno.

"Quiero vivir, no sobrevivir", escribieron por su parte varios menores en pancartas frente a la sede gubernamental.

Tras la protesta, el vocero de la gobernación, Feliciano Castro, dijo que el Ejecutivo federal designó un cuerpo especial para investigar el triple homicidio.

El conflicto en Culiacán se desató tras la captura del cofundador del cártel de Sinaloa Ismael "El Mayo" Zambada, presuntamente tras ser secuestrado en esa ciudad y llevado a Estados Unidos en un avión privado por un hijo de su antiguo socio, Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien purga prisión perpetua en ese país.

En medio de esa escalada, este jueves temprano una explosión en el estacionamiento de un supermercado de Culiacán dañó un memorial colocado en recuerdo de Édgar Guzmán López, uno de los hijos del Chapo asesinado el 8 de mayo de 2008.

El estallido quebró la base de piedra del monumento colocado en el mismo sitio donde ocurrió el crimen.

Policías retiraron el artefacto que habría causado la explosión. Junto al memorial quedó un automóvil baleado.

En 2008, el asesinato de Guzmán López también desató una oleada de violencia en Sinaloa.

Ovidio y Joaquín Guzmán López (a quien se atribuye el secuestro de El Mayo Zambada), heredaron los negocios de su hermano y "comenzaron sus carreras narcotraficantes", según una ficha del gobierno de Estados Unidos. Ambos están presos en ese país.

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