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Agencias

PSG mantiene las constantes vitales en Champions a costa del City


Bola de partido salvada para el PSG. El campeón francés, que se hallaba contra las cuerdas, tomó una bocanada de oxígeno este miércoles merced a su remontada 4-2 ante Manchester City en la 7ª fecha de la Champions League.

Lo que al conocerse el sorteo de enfrentamientos en la remodelada Liga de Campeones apuntaba a ser un partido duro pero sin gran dramatismo, entre dos equipos que estarían peleando por el liderato del grupo único de 36 equipos, terminó siendo un duelo a todo o nada en el que la balanza cayó del lado local, en un partido que se recordará por mucho tiempo a orillas del Sena.

Jack Grealish (50) y Erling Haaland (53) adelantaron al equipo de Pep Guardiola, pero en una reacción fulgurante Ousmane Dembelé (56), Bradley Barcola (60), Joao Neves (78) y Gonçalo Ramos (90+3) tumbaron al campeón inglés.

- Deberes pendientes -

Aun así, el vigente campeón de la Ligue 1 y su homólogo de la Premier no podrán permitirse un fallo en la última fecha, en Stuttgart y ante Brujas respectivamente, a riesgo de ver cercenada su trayectoria europea mucho antes de lo previsto.

Los parisinos afrontarán ese último duelo en Alemania en el puesto 22 con 10 puntos, dos puntos más que el City, que cierra la penúltima fecha 25º y por tanto fuera de los puestos que dan acceso al play-off que disputan del 9º al 24º.

Desde bastante antes del inicio del partido se palpaba en el ambiente lo que había en juego entre dos clubes sobrados de dinero pero faltos de puntos en la Champions.

Los aficionados, a la llegada del autobús del PSG, hicieron un pasillo de bengalas que tiñeron de rojo la fría y lluviosa noche parisina.

Un impresionante tifo con el lema de la capital francesa 'Fluctuac nec mergitur' (Batida por las olas pero no hundida) adornaba una de las tribunas del Parque de los Príncipes, que contó con espectadores como los seleccionadores de Francia e Inglaterra y Francia Thomas Tuchel y Didier Deschams.

Los dos goles visitantes a la vuelta de vestuarios cernían la sombra de una nueva eliminación antes de los octavos de final que tantas veces habían resultado fatídicos para los parisinos.

Pero entonces emergió la figura de Dembélé, suplente de inicio para sorpresa general, que entró al terreno de juego con la reanudación.

El ex del Barcelona no perdonó dentro del área un pase de Barcola para alentar las esperanzas.

Poco después, Desiré Doué estrelló un balón en el travesaño pero Barcola estuvo atento para embocar el rechace. La tarde comenzaba a exhalar un perfume de leyenda que los portugueses Joao Neves y Ramos, con un gol por la escuadra por la escuadra, se encargaron de ratificar.

iga/dr